de

del

Toca celebrar la vida

Los regalos abundaron en cariñosas caritas, dibujos y dulces
Foto: Margarita Robleda

Después de dos años de incertidumbres y transformaciones del bicho, siguiendo el ejemplo de las buganvilias que florecen en todo su esplendor en tiempos de secas, decidí celebrar la vida festejando mi cumpleaños todo el mes de abril.

El encierro prolongado te roba la alegría. La comodidad y la rutina te escamotean el deseo de salir a enfrentarte con la realidad. Nos cuesta aceptar que las cosas nunca volverán a ser la mismas, por lo que la comodidad de las fachas, el cobijo de nuestro rincón, el control que ejercemos para que las cosas sean como deseamos, la colección de miedos, nos están debilitando a unos y a otros, transformándonos en ancianos a gran velocidad.

¡Estamos vivos! No todos fueron tan afortunados. No sabemos si este respiro de cero contagios es el fin de la pandemia o es simplemente una tregua mientras se reinventa el bicho, así que, como himno de agradecimiento a Dios y a la Vida, el primero de abril inicié mi gira de resurrección en la escuela primaria Lázaro Cárdenas, en Chichimilá, Yucatán. El compromiso y entusiasmo de su directora, Marissa Loría Cosgaya, ha contagiado a sus maestros y padres de familia; logra, cada vez que la visito, un ambiente de fiesta y sanación con uno y mil detalles que alegran la vida de la comunidad.

Una niña recitó uno de mis poemas: “Te regalo la palabra”, mensaje altamente necesario de escuchar, sobre todo a esa edad. Más tarde, a la hora de mi participación, me dirigí a los de sexto para preguntar: ¿Creen ustedes que puedo rapear? Generalmente quedan callados y no manifiestan su duda. En esta ocasión, una jovencita gritó: ¡No! Los que se encontraban cerca la voltearon a ver con enojo. En sus ojos se leía un ¡Xooo!, que en maya quieres decir “cállate”. Aproveche la oportunidad para felicitarla. “Muy bien, tenemos que aprender a decir no, a decir sí; a manifestar nuestros desacuerdos y a escuchar los ajenos, a dialogar”, le dije.

En una charla cercana, una niña me preguntó: “¿cómo sabré cuándo es el sueño de mi vida”. Respondí: “Date permiso de soñar. Al hacerlo, iras descubriendo cual es. No permitas que te impongan sueños ajenos, ni si quiera los de tus padres. Ellos tienen que vivir los suyos”.

La diversión no está reñida con la reflexión. Siempre hay oportunidad de hablar sobre los temas realmente importantes. 

Los regalos abundaron en cariñosas cartitas, dibujos, dulces; nuestras miradas sonrientes, llenas de cariñitos, se abrazaban. Una abuelita me mandó unos tulipanes, tejidos. Una señora me llevó un hermosísimo lek, para mantener calientes las tortillas. Otras mamás bordaron ranas en paños para cubrir el pan. Más tarde comí pastel de ranita con los maestros y pasantes. Aproveché preguntarles: ¿qué te llevas? ¿Qué llamó tu atención? Siempre es bueno hablar sobre la trascendencia de su vocación. Les asombra que los niños me recuerden.

Banquete de emociones, fiesta a lo grande. Qué bueno que apenas comenzamos. Que esta semana que inicia me llevara a Pambalán, Chemax, Kanxok, Umán y Tizimín. Ya les contaré.

El sábado dos, festejé en Agenda Fórmula con José Luis Preciado, espacio de lujo para poder contagiar el virus, que traigo, con sus radioescuchas.

Por la noche, me dirigí a Dzibalché, Campeche, al festejo del quinto aniversario de la Casa de la Cultura El Abuelo, donde, como cierre de la semana cultural, se presentaría el libro Carta a mi niña, hermosa compilación de Candelaria May Novelo, con participación de autoras de cinco países. En este caso, las tres hermanas Pech Salazar: Rosario, Blanca Alicia y Gabriela participaron platicando con sus niñas interiores.

Realmente es admirable el trabajo que ha realizado Blanca Alicia como promotora cultural y la respuesta que ha recibido en una comunidad ávida de manifestarse. Para festejar el aniversario llegaron con bandejas de bocadillos, pasteles, mandaron mariachi, hasta Kikí Suarez desde San Cristóbal, envió un bellísimo dibujo para conmemorar. 

Hace apenas un año, el Colectivo Mujeres Empoderadas publicó Mujeres que NO callan, Campeche, dentro de la colección de la editorial cartonera de Ruth Pérez Aguirre.

Todas al sonoro rugir del amor. La fiesta comenzó y aún no es el cumple. ¡Yupi! 

[email protected]

Edición: Ana Ordaz


Lo más reciente

'El Heraldo', periodismo y negocios

Astillero

Julio Hernández López

'El Heraldo', periodismo y negocios

La 'mañanera' de AMLO de hoy, 19 de abril de 2024

TV Azteca encabeza campaña de desinformación contra la Reforma de Pensiones, señala el presidente

La Jornada Maya

La 'mañanera' de AMLO de hoy, 19 de abril de 2024

EU, cómplice de genocidio

Editorial

La Jornada

EU, cómplice de genocidio

Estudiantes de Valladolid representarán a México en la Expo Ciencia 2024 en Perú

Con el proyecto ‘La Basura en la Escuela’ buscan concientizar sobre el cuidado del planeta

La Jornada Maya

Estudiantes de Valladolid representarán a México en la Expo Ciencia 2024 en Perú