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La mar ¿Cómo me limpio de la marea roja?

Un manglar sano y bien desarrollado evitará que lleguen contaminantes a los océanos
Foto: Juan Manuel Valdivia

Los efectos del cambio climático están presentes dondequiera. En nuestra región, en el crecimiento masivo de algas tanto las macroscópicas, como el Sargazo o las microscópicas como la marea roja, que ha impactado al litoral yucateco desde hace varias semanas con mortandad masiva de especies marinas e impacto a la pesca y al turismo, entre otros. En una entrega reciente, señalaba que, en entrevistas realizadas, todas las personas sabían que el mar está sucio por la marea roja. Sin embargo, al formular las preguntas: ¿A qué se debe la marea roja?  Las respuestas fueron: “Es un fenómeno natural, es un alga que se desprende y causa mortandad”, “Es la sobre pesca”, “El mar se está limpiando”, etc. Todos supieron que es un alga, pero nadie lo asocio a la eutroficación (enriquecimiento del mar con nutrientes y materia orgánica), al calentamiento y menos aún a la actividad humana. Difícil resulta asociar que la deforestación, la urbanización, el aporte de aguas residuales urbanas/pecuarias terminarán en el mar, afectando la química del agua y sus ciclos. 

En el DNA de los yucatecos están los baños de piscina y de mar, forman parte de nuestro clima y de nuestra cultura. En este sentido, las preguntas de esta semana fueron: ¿Sabes cómo se limpia una piscina? ¿Cómo se limpia el mar? y ¿Por qué sigue sucio el mar?  Todos los entrevistados contestaron a la primera pregunta “aspirando el fondo, “poniendo cloro”, “filtrando el agua”, “cambiando el agua”, “recogiendo las hojas”, “poniendo un producto cuando está agua está verde” En efecto, así se limpia el agua de una piscina. En relación con ¿Cómo se limpia el mar?, en el mejor de los casos la respuesta fue “se limpia solo” pero nadie explicó el ¿cómo? Cada vez me queda más claro la necesidad de incrementar las acciones de Ciencia ciudadana, para que toda persona conozca qué hacer y qué no hacer ante fenómenos ambientales. Así como los cambios que debemos adquirir para sobrevivir en nuestro Planeta.

En los Océanos hay ciclos biogeoquímicos (del griego bio = vida y geo = tierra) que son la conexión de flujos de energía entre los elementos vivos y los no vivos de los ecosistemas. Los más importantes son los ciclos del agua, nitrógeno, carbono, oxígeno, azufre y fósforo. Los cuales están interconectados entre la atmósfera, la tierra y los océanos. Cuando un organismo muere, los elementos químicos que se generan durante su descomposición van a ser aprovechados por otros organismos, siendo importantes para el desarrollo de la vida en la Tierra y en los Océanos. No obstante, las actividades humanas pueden interferir en estos, causando desequilibrios. El ciclo que aprendemos desde la Primaria es el hidrológico, por el cual el agua pasa de vapor a líquido y de líquido a sólido, siendo vital para mantener la vida en el Planeta. Pero, no se explica la interconexión tierra/océanos para comprender que el agua se filtra a medida que avanza por el suelo y las rocas, formando el agua subterránea. Aunado a esta filtración están los humedales, que son filtros naturales que absorben el exceso de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo. El invadirlos, córtales el flujo de agua marina o utilizarlos como basureros -como sucede tan frecuentemente en el litoral de Yucatán- elimina el servicio de “Filtrado”. Un manglar sano y bien desarrollado evitará que lleguen al mar contaminantes, toxinas, virus, bacterias, aceites y nutrientes. Estos últimos son los que contribuyen a la proliferación de algas. En la siguiente entrega, hablaremos de los organismos filtradores en el mar.

La urbanización de Mérida y de la costa, las granjas avícolas/porcícolas aumentan las descargas de aguas negras/grises pobremente tratadas o sin ello, que pasarán al acuífero y de ahí al mar. Si a ello, le agregamos que los manglares en Yucatán se han reducido/degradado un 25 por ciento no debe sorprendernos, la Marea roja, como la de este 2022. Ahora, nuestros lectores, podrán relacionar las acciones humanas con el deterioro ambiental y ser más activos en la conservación/rehabilitación de los manglares que permitirán tener una “piscina natural limpia” para que los yucatecos y nuestros visitantes sigamos disfrutando nuestros baños de mar y de su gastronomía marina. Pero sobre todo para que los gobernantes y políticos no solo apliquen soluciones BIP= Baratas, Inmediatas y Populares + VIP= Voraces, Inmediatas y de Pesos. Si queremos una Economía azul con bienestar social debemos tener mayor Conciencia ambiental basada en una Ciencia Ciudadana, los investigadores en Yucatán estamos comprometidos con ello. 

Premio Nacional al Mérito Ecológico

Cinvestav IPN Unidad Mérida

[email protected]

 

Lea, de la misma autora: Marea roja, severa afectación a la biodiversidad, biomasa y bioseguridad

 

Edición: Estefanía Cardeña


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