En álgebra y matemáticas, el conocer el valor de una variable permite conocer o despejar el valor de las demás; es decir, en un sistema de varias incógnitas, el resolver una permite resolver las demás con un poco de trabajo y oficio, pero bastante certeza. En política ocurre lo mismo, teniendo más o menos claro un evento o resultado, se pueden resolver los demás fatores con buenas aproximaciones.
La expresión clara de Cecilia Patrón Laviada en el sentido de que ella buscará la alcaldía de Mérida, es el despeje de una incógnita en la ecuación multivariada del 2024, una que permite empezar a deducir y reducir el resto de los factores.
En primer lugar, ahora sí es muy probable que la variable de género no aplique en el Estado y, entonces, tengamos candidatos hombres a la gubernatura por parte de los principales partidos (nos referimos al Morena y al PAN, porque la circunstancia del PRI hacia el 2024 lo coloca como partido marginal por sí mismo).
Lo anterior deja claramente de lado la candidatura de Verónica Camino a la gubernatura y le despeja la ruta y la incógnita a Joaquín Huacho Díaz. La posición del súper delegado federal en el estado es tan clara dentro de Morena -una vez que se resuelve que el PAN no presentará candidata a la gubernatura (o por lo menos esa es la manifestación pública)- que sería básicamente anómalo que “Huacho” no fuese candidato al gobierno estatal.
Si Morena tiene candidato al poder Ejecutivo estatal en este sistema de ecuaciones, es momento de empezar a analizar lo que pasará en la alcaldía meridana. Ahí, dos integrantes guindas del Senado (los dos migrantes de bancadas distintas durante este sexenio) deberán decidir si se arriesgan a ir por todo y empezar a construir su propia ruta a la gubernatura en el 2030 o se esperan en la barrera a ver cómo caen las piezas y buscan su eventual llegada el poder desde la comodidad senatorial (arriesgando que Morena se desinfle en los próximos años y en el 2030 no sea contendiente a la gubernatura).
En el partido guinda también sigue saber cómo queda la fórmula al Senado (con oportunidades de ascenso para actores leales a ese movimiento); pero antes veremos la lucha sin cuartel por las presidencias municipales y, luego, el premio y balances que sean posibles con las nuevas seis diputaciones federales que tendrá en disputa el estado.
En el PRI -quienes estén pensando en el “primor”- más les vale decidirse pronto o cambiar de estrategia. En la medida que la candidatura de Joaquín Huacho Díaz se hace inevitable son menos y menos necesarios.
Morena ha construido diligentemente en los últimos cuatro años tal cantidad de nuevas estructuras de gestión y acción política, aceitadas por el control estratégico de programas, apoyos y espacios de empleo, que las viejas redes del tricolor empiezan a ser obsoletas (y de por sí ya lo eran) e innecesarias.
Además, es natural -por lo menos ha sido la lógica histórica- que quien empieza a tener a mano la gubernatura deja las posiciones federales a disposición de su partido para concentrarse en los espacios en el Congreso Local y los ayuntamientos. Así que, con las sucesiones tan adelantadas en todo el país, pronto se empezará a ver claridad en los municipios esenciales para Morena en Yucatán.
Eso es lo que resolver una variable en el sistema azul clarifica en el sistema guinda, imaginemos ahora lo que conocer una variable azul puede resolver en la propia casa política de Cecilia Patrón Laviada.
Lea, del mismo autor: Ceteris Paribus
Edición: Laura Espejo
El pleno inició la discusión de 71 reservas, aunque 22 serán enviadas al Diario de los Debates
La Jornada
No se reportaron heridos durante la supuesta entrada del 12 de abril en El Paso
Ap
