En medio de tantas noticias aterradoras y tristes, es un alivio beber agua de lluvia dulce y refrescante. El mundo se reactiva, unos para tratar de lograr lo imposible: regresar a lo que éramos antes de marzo del 2020, sin aceptar que ya no somos los mismos, y otros, como son los del clan de los que amamos a los niños y a las niñas, salimos a su encuentro para zurcir la esperanza, recuperar su alegría y estimular su curiosidad.
En Yucatán, respondiendo a la invitación de Flor Valdez, especialista en literatura para los chiquitos y la promoción lectora, así como directora de la librería itinerante “La Frontera Indómita”, llegó Juan Gedovius, músico, excelente ilustrador y hermoso ser humano al que conozco desde los inicios de la Feria Internacional del libro infantil y juvenil, FILIJ de la Cdmx, ya que sus papás son mis querido colegas músicos del grupo Cántaro.
Juan visitó a niños que lo conocían desde el maternal que dirigía Flor Valdez en Umán y para su sorpresa, descubrió que su personaje de Trucas, era parte de una familia. Cuando se reúnen se ponen camisetas con su imagen, dándole identidad y gozo a su clan. El trabajo de promoción lectora… ¡Sí funciona!
El pasado sábado, Josué Morelos organizó la “Feria del libro itinerante, libros al paso de todos y todas” de Leer por placer, AC, en el parque “Canciones de Margarita Robleda” en Altabrisa, donde disfrutamos la presencia de otro ilustrador fuera de serie. Tanto Israel Barrón como Juan Gedovius, son reconocidos y editados, incluso en el extranjero y ahora, llegaron generosamente a Yucatán a decirnos a todos: ¡Atrévete! Dibuja tus miedos, tus dolores, ¡Bríncala! Viste de colores tu vida.
Tuve la fortuna de que una editora de primera, Roxanna Ederman, tuviera la visión de que Israel Barrón, con sus trazos delicados y misteriosos, llenos de ternura y magia jugarán con los miedos que mi texto ofrece al desnudarlos, como ejercicio para vencerlos.
¡Ay, qué miedo! de la editorial Edelvives fue presentado en el escenario del parque con la presencia del ilustrador Israel Barrón y la autora, con una experta de lujo que descubre puntos que ni el ilustrador ni la de voz éramos conscientes.
La gente que nos acompañó, eran de nuestro club. Estaban listos para salir al encuentro de la vida. El parque tan silencioso de costumbre, se llenó de risas y juegos, la primavera floreció como en el jardín, de El Gigante egoísta de Oscar Wilde, al tirar su muro.
Y de la misma manera, la buena noticia a nivel nacional es que la Primavera de las Infancias AC, organizó el 1er Encuentro mexicano de la Canción Infantil con mesas de diálogo y presentaciones musicales, los días 20 y 21 de octubre de 10 a 13hrs y de 15 a 18 horas, en la Benemérita Escuela Normal de Maestros. ¡Felicidades!
Estaba programada para septiembre, pero por causas ajenas a la organización, se tuve que pasar a octubre. Me hubiera encantado acompañar a mis colegas y vivir con ellos el renacimiento, pero precisamente el 20 de octubre, esta rana curiosa y atrevida, se lanza a recorrer un nuevo camino, con el apoyo del Mtro. Eduardo Rodríguez, en la guitarra, leeré poemas a la luna en el Roof Garden de El Mesón de la luna en Altabrisa.
Las cosas nunca volverán a ser igual. Toca recuperarse, renovarse, reinventarse, lo otro es, cobrarles a los demás nuestra frustración, o, tirar la toalla y hacer tiempo mientras llega la carroza.
La primavera de la vida llega a México en otoño, salgamos a su encuentro.
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