En octubre de 2021 se grabó una conversación entre tres Concejales de Los Ángeles y un líder sindical. La presidente del Concejo fue una de las involucradas. En esa grabación se escucha a la presidente llamando “changuito” al hijo de otro Concejal de piel blanca pero que adoptó un niño de piel negra. La misma voz tildó de “morenitos chaparros” a inmigrantes oaxaqueños que viven en Koreatown de Los Ángeles. Las otras personas o festejaron los comentarios o se quedaron callados.
La grabación se hizo pública recientemente, tal y como reportan Cowan y Hubler en el New York Times el 11 de octubre de 2022, provocando una reacción fuerte en varios sectores de la ciudad y del país. La indignación fue tal que muchas voces no se quedaron calladas y pidieron la renuncia de los involucrados. Así lo hizo Nury Martínez, presidente del Concejo, y Ron Herrera, jefe de una organización sindical poderosa; ambos de origen latino. Los otros concejales, Kevin de León y Gil Cedillo, han ofrecido disculpas públicas por su mal comportamiento y por no haber hecho notar su desacuerdo con los comentarios de Martínez. Por omisión también son culpables de discriminación y racismo.
El caso anterior es el ejemplo de respuesta de una sociedad que hace todo a su alcance para eliminar el racismo y discriminación; latinos injuriando a otros latinos.
En la semana del 10 al 14 de octubre de 2022, medios sociales dieron a conocer en José María Morelos una grabación en la que un funcionario público de una universidad ubicada en esa localidad sostuvo una conversación con su director de administración y servicios. En esa grabación el encargado dice “malditos becarios” al referirse a estudiantes, muy posiblemente de la universidad de la que él es el encargado del despacho de rectoría. La respuesta de su director fue equivalente al festejo que condujo a la renuncia de Ron Herrera.
El viernes 14, estando los estudiantes preocupados por no haber recibido su beca, y posiblemente por haber relacionado el comentario de encargado con esa situación, tuvieron una reunión en donde el encargado negó la veracidad de la grabación y trató de cambiar la narrativa, argumentando que las becas federales no son manejadas por la institución. La reunión fue grabada y subida en medios sociales, registrando expresiones del encargado donde menciona que no hay conflicto entre él y los estudiantes (¿?) y que ha brindado muchísimos apoyos; como si no fuera su obligación no pelear y atender necesidades.
La posición del encargado asume que puede manipular la inteligencia de las personas. El punto del audio no es si la institución maneja las becas, sino el calificativo de “malditos” a los becarios. Ojalá se someta voluntariamente a una investigación para determinar si la voz de esa grabación es o no la suya; pero no lo mencionó a los estudiantes. ¿Lo hará?
En México el racismo es muy fuerte, pero como señalan Camhaji, Corono y Serrano en El País, del 29 de noviembre de 2021, sencillamente no se quiere ver. Pero no sólo está en voces de periodistas, el Colegio de México (Colmex) ha documentado ese fenómeno con resultados impresionantes reportados en la página.
Grabar es una poderosa forma de acumular evidencia de las actuaciones y dichos de malos funcionarios. ¿Hay más grabaciones en el caso del encargado?
Los insultos, discriminación y racismo, en una institución establecida para empoderar social, económica e intelectualmente al Pueblo Maya, no deben permitirse. Ni en ninguna otra. Ante el racismo no podemos quedar callados, debemos denunciarlo.
Es cuanto.
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