Jorge H. Álvarez Cervera
Al terminar la construcción de la muralla de Campeche, se dejó una zona sin construir, conocida como El Campo de Tiro, desde el lado noreste de la muralla hasta el barrio de San Francisco. El lado norte era el mar, con el nombre de calle de la Playa o calle 8. En 1575 se autorizó construir con materiales perecederos, en una zona casi desierta a la orilla del mar, una pequeña ermita dedicada a la Virgen de Guadalupe, entre el centro de la villa y el barrio de San Francisco. Más tarde, la ermita fue sustituida por un templo de mampostería y la zona se fue poblando con españoles recién llegados, convirtiéndose en el barrio de Guadalupe. Se considera que es el segundo templo más antiguo en México dedicado a la Virgen de Guadalupe, después del Tepeyac, por lo que luego fue elevado al grado de Santuario Mariano Diocesano.
En los años cuarenta del siglo XX, esta iglesia continuaba con su entrada principal orientada al poniente, una puerta lateral hacia la calle de la Playa, sin pavimentar, así como otra en la calle 10B, frente al parque de Guadalupe. La calle 10 es la siguiente paralela a la 10B, y las dos limitan el parque de Guadalupe. En la calle 10, frente al parque, se encontraba la casa que era de mis padres, edificio construido hacia 1800, y desde ella se podía admirar un poco del mar y recibir su brisa, y era atractivo caminar y jugar en la playa. En determinada época del año se admiraba a numerosas mariposas que llegaban del este, muchas de las cuales descendían a la orilla del mar, junto a dicha iglesia, tal vez para tomar agua y continuar su vuelo. La mayoría de ellas eran de varios tonos de amarillo, y otras, de colores más llamativos, eran menos numerosas. Recogí una de éstas y la puse entre las hojas de un libro de escuela, en donde aún la conservo. La olvidé por un tiempo, y la redescubrí después, cuando ya se sabía mucho acerca de las monarcas, pero yo las desconocía. Después de consultar algunas publicaciones, comprobé, sorprendido, que la mariposa que tomé de la playa, unos 80 años antes, junto a la iglesia, es una monarca.
Las mariposas de esta especie han sido ampliamente estudiadas. Emigran hacia el sur desde el norte de Estados Unidos y Canadá, principalmente por el lado oeste de los Estados Unidos y la Sierra Madre Occidental mexicana, para establecerse temporalmente en algunas zonas de Michoacán y del Estado de México. Se sabe que otras mariposas monarca, menos numerosas, emigran o lo hacían por el lado este de Estados Unidos, hasta Florida y continuaban por Cuba y la península de Yucatán. Esta ruta es o era quizá menos transitada. Se supone que, por las actividades humanas realizadas en dicha vía, como son el crecimiento de las zonas urbanas, la desaparición de la vegetación natural, donde podrían obtener alimento las mariposas, el desarrollo a gran escala de la ganadería y la agricultura, y el uso de pesticidas, limitaron o impidieron la migración de las mariposas, cuya abundancia quizá disminuyó, o ellas desaparecieron por completo.
En 1949, en lo que era la calle de la Playa, concluyó la construcción del Malecón Miguel Alemán. Desde el centro de la ciudad continuaba por el costado norte de la iglesia de Guadalupe y seguía al barrio de San Francisco. Con esta obra, la orilla del mar quedó un poco lejos de la iglesia y se dejaron de ver mariposas desde ese sitio. En esa época dejé de vivir en Campeche y sólo he regresado en visitas cortas. Más adelante, mediante el Programa Campeche Nuevo, se ganó terreno al mar, rellenando una gran extensión, que luego fue urbanizada, fraccionada y construida. Quizá por estas actividades, dejaron de llegar estas mariposas.
Edición: Ana Ordaz
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