Ivonne Bon Bom recomienda:

Uno de los efectos de la pandemia, a nivel personal, fue el de poner las cosas en perspectiva, y ver qué se puede hacer siempre y cuando implique un desembolso mínimo o, mejor, simbólico. Cuestión de aprender a destinar la cantidad de energía y recursos que habitualmente se van a una práctica que termina haciendo daño en el largo plazo y poco a poco ir creando hábitos saludables. Así, el coronavirus me dejó ciertas habilidades en la cocina y un perro rescatado, pero no la freidora eléctrica, que todavía no me animo a pagar.

Pero la cuestión de la salud mental va un poco más allá y lo preferible es pedir ayuda, así que recurrí a unas sesiones con un Ivonne Bon Bom, terapeuta profesional, y además recomendación de La Xtabay, y por lo pronto me hizo darme cuenta de que estoy atravesando la crisis de la edad media o la cuarta transformación y sus sugerencias terminaron por servir, aunque también las discutimos.

Claro, el primer paso era abrir el abanico de opciones. Como abrir una cuenta en Ashley Madison a fin de echar una canita al aire, involucrarme sentimental y/o sexualmente con otra persona y destinarle una “casa chica” no va conmigo ni con mi cartera, la recomendación giró en torno a enfocarme en metas que implicaran un mejoramiento personal.

“Considera que vas a iniciar una transición”, fue su apertura. Inmediatamente contesté que no estaba dispuesto a iniciar un tratamiento con hormonas y que como Jhonny Brea me siento bastante bien.

“¡No es eso que estás pensando!”, me reclamó. “Hablo de tu propia imagen, tu autoconcepto. Tienes que deconstruirte, deja atrás eso de macho omega, grasa en pecho, espalda peluda, nalga de pescado, abdomen de lavadora y bebedor de cerveza light. En vez de eso, aunque termines tomando menos, ve por unas cervezas de a deveras; mientras más oscuras, mejor.

“Luego, plantéate un nuevo objetivo y trabaja con tu cuerpo. Estás a tiempo para transformarte en un hombre fit, de piernas poderosas, cintura breve, espalda amplia, hombros anchos, brazos fuertes, nalgas redondas y paraditas”, exclamó mientras a mí me parecía que se le iban poniendo los ojos en blanco y le recorría un escalofrío.

“¿Y qué hay de aquello de que al 85 por ciento de los hombres fit no les gustan las mujeres?”, me atreví a cuestionar.

“Es como el impacto ambiental del tren Maya: no hay estudios suficientes”, fue su respuesta cortante. Luego La Xtabay me contó que, en su juventud, mi terapeuta había sido reina de belleza de su universidad y había realizado varias dietas que incluían papaya y melón, pero de ejercicio nada.

En fin, por lo pronto ando aplicando aquella máxima de mente sana en cuerpo sano y ya noto que mi cintura está disminuyendo, así que la transición ha iniciado. 

Macho omega en transición

Dicen por ahí que con eso de que me invitaron a un desayuno de escritores a alguien se le ocurrió que me presente en la Filey. Estoy seguro que alguien dirá que soy literato ignoratus causa.

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Lee del mismo autor: En mi cuarta transformación

Edición: Laura Espejo