La población de Yucatán en 1902

La demografía constituye, desde hace varios siglos, una disciplina cuya principal utilidad es la planeación de políticas públicas. Las estadísticas a que da lugar suelen ser un retrato a partir del cual se proyectan las necesidades de la población y cómo ésta se comporta en cuanto a crecimiento, composición, mortandad, incorporación a la actividad económica, ocupación, entre otras dinámicas.

El censo de 1900 dio pie a la regularización de estos ejercicios a nivel nacional. Sus resultados no fueron dados a conocer inmediatamente, pues aparte de que era necesario centralizar la información recolectada en campo, ésta era procesada realizando las operaciones aritméticas correspondientes con lápiz y papel.

El diario El Eco del Comercio presentó los resultados a sus lectores el 10 de octubre de 1902. Un año después de que fuera decretada la creación del Territorio Quintana Roo, por lo que al momento fue necesario realizar nuevas operaciones para cuadrar los datos del censo con los de la nueva extensión del estado. La noticia, titulada La población de Yucatán. Datos curiosos oficiales, responde básicamente a dónde residían los habitantes de la entidad, cuáles eran sus edades, cuánto vivían, de dónde provenían, en qué trabajaban y cuál religión profesaban.

La cantidad de habitantes se antoja ínfima. Apenas 314 mil 87 personas, de las cuales 157 mil 454 eran hombres y 156 mil 633 eran mujeres. Mérida tenía entonces poco más de 60 mil vecinos y le seguía el partido de Ticul como el más poblado, con 25 mil 57 habitantes, rebasando por menos de mil personas a Valladolid, donde había 24 mil 740 personas asentadas. Los partidos menos poblados eran Progreso, que no llegaba a 9 mil residentes, y el de las Islas, que incluía las ínsulas de Mujeres y Cozumel, donde había 3 mil 141 habitantes.

La esperanza de vida era mucho menor a la actual. El periódico eligió presentar la información en forma descendente respecto a la edad, lo que dio como resultado que la pirámide tuviera en punta a los mayores, que eran una minoría. Apenas 37 habitantes habían rebasado los 96 años, 143 tenían entre 86 y 90: Los millares aparecen entre quienes tenían de 66 a 70 años, que eran 2 mil 231. La población más numerosa, deja saber el diario, estaba en dos grupos: los menores de 6 a 10 años (40 mil 953) y entre los mayores le salió mal el conteo, pues señala que fue el grupo de 31 a 35 años (con 20 mil 511 habitantes) cuando en realidad fue el de 26 a 30 años, con 35 mil 562.

Llamó la atención también la diversidad de orígenes. Los estados de Veracruz, Campeche, San Luis Potosí y Guanajuato eran los que más migrantes aportaban. Los del Golfo eran mil 338, mientras que los campechanos eran 937. Había también 725 de México, oaxaqueños, poblanos, sonorenses, zacatecanos y tlaxcaltecas. La comunidad extranjera sumaba 2 mil 571 personas, entre alemanes, árabes, cubanos, chinos, 10 dinamarqueses, 731 españoles, 71 franceses, 270 italianos, 183 turcos y 71 estadunidenses.

Esta diversidad dejaría impronta durante la visita de Porfirio Díaz en febrero de 1906, cuando varias colonias edificaron arcos triunfales efímeros en diversas partes de Mérida. 

Aunque parece una curiosidad por la fecha, no deja de ser interesante que el censo contempló el idioma. Resultó que de los 314 mil 87 habitantes que se tenía en 1900, 212 mil 42 eran hablantes de maya; poco más de las dos terceras partes. Otros 598 hablaban un idioma extranjero “y el resto, castellano”, indica la nota. Quedó omitida la cantidad de bilingües.

A finales de esa década, la prensa tuvo entre sus temas a una generación que encontraba pocos espacios para incorporarse a la vida económica y la participación en la vida pública.

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 Edición: Estefanía Cardeña