Tren Maya: calentando máquinas

El arranque del Tren Maya ha sido complicado. La entrada en funciones del ferrocarril ha sido tramo por tramo, y no con el circuito completo. La infraestructura, terminales, logística de transporte entre las estaciones y los centros poblacionales, también se encuentra inconclusa. Sin embargo, paulatinamente, se han ido abriendo tramos y la demanda del servicio es real.

Después de tres semanas, transcurridos 24 días de la entrada en funciones, 15 mil 579 personas han utilizado el Tren Maya. Una cifra absoluta, pero como resultado siempre será relativa. La cantidad de personas movilizadas no ha producido escalofríos a los consorcios de transporte por autobús, que hasta ahora ofrece más corridas con mayor frecuencia diaria.

Con esta perspectiva, y considerando que el inicio de viajes del Tren Maya se dio durante la temporada alta de turismo, correspondiente al invierno, puede decirse que se trató de una prospección del mercado, teniendo una ruta completamente viable. La comunicación de Campeche a Cancún, con escala en Mérida, es posiblemente el tramo más rentable, y el que tuvo menos problemas para el tendido de vías. Para comenzar, se trató de una elección con suficiente sustento.

Ahora, más de la mitad de los usuarios resultaron turistas nacionales, lo que implica que la economía del país permitió que más de 8 mil personas viajaran por placer. También es necesario distinguir que a quienes se reconoció como turistas nacionales residen fuera de los cinco estados que atraviesa el Tren Maya. Las casi 5 mil personas nacionales que abordaron el ferrocarril, con residencia permanente en las cinco entidades en la ruta, son parte de una población que potencialmente utilizará el servicio en varias ocasiones durante el año. Quedan, finalmente, poco más de 2 mil extranjeros utilizaron el Tren, y con toda seguridad han compartido su experiencia con sus amistades.

Ahora, tampoco se ha podido medir el servicio, saber qué tan satisfechos están los usuarios. Hasta el momento no se ha revelado alguna encuesta de nivel de satisfacción, y tal vez los contratiempos que ha tenido el Tren, incluyendo la suspensión de la venta de boletos “hasta nuevo aviso” desde Palenque, la cual se tradujo en serias dificultades para quienes contaban con el retorno sobre las vías.

Quedan alrededor de ocho semanas para que concluyan los trabajos de construcción en los tramos 5 sur, 6 y 7, que deben terminarse a finales de febrero. Son 621 kilómetros pendientes, de los cuales 367 son de vía doble, lo que se traduce en una obra de mayor complejidad, para la que se requiere un esfuerzo sostenido en recursos financieros y humanos para terminar en tiempo.

Como empresa, el Tren Maya todavía tiene que aumentar su capacidad de servicio. El número de locomotoras y vagones con que cuenta al día de hoy es el requerido para las frecuencias que está consolidando, pero la proyección es por lo menos triplicar la cantidad de lo que se tiene actualmente en material de rodamiento.

Si las dificultades que ha tenido el Tren Maya pueden subsanarse pronto, será la mejor manera de prevenir contratiempos una vez que esté concluido el circuito. Si el inicio de los viajes ha sido lento, la finalidad debe ser evitar fallas mecánicas que atrasen a los viajeros, ya que en temporada turística baja, la mayor cantidad de usuarios será de quienes tengan la necesidad de desplazarse para llegar a su lugar de trabajo; un retraso en el servicio tendría consecuencias graves en las relaciones laborales.

Algo queda claro, independientemente de la velocidad de inicio del Tren Maya. El proyecto no tiene vuelta atrás, no hay modo de dejar inconclusa la obra; por el contrario, la única manera de que cumpla con la misión para que está construido, que es unir al Sureste, es el incremento de frecuencias en los viajes y aumentar el número de locomotoras y vagones para que más personas lo utilicen.

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Edición: Estefanía Cardeña