Acapulco: tianguis y optimismo

El daño que provocó el huracán Otis en Acapulco, hace casi seis meses, es todavía palpable y el puerto, uno de los principales destinos turísticos de México y al mismo tiempo símbolo histórico de la vocación del país para este rubro, aún requiere de un gran esfuerzo para volver a tener la actividad económica al nivel previo al paso del meteoro.

Sin embargo, hay un hecho incontestable: Acapulco está nuevamente de pie, y desde aquel 22 de octubre, entre empresarios, sociedad civil y gobierno se consiguió mantener la celebración del Abierto Mexicano de Tenis, abrir una buena cantidad de hoteles para el periodo vacacional de Semana Santa, y ahora llevar a cabo el Tianguis Turístico.

Ninguno de los tres eventos hubiera podido realizarse sin contar con un mínimo de infraestructura de hospedaje, mientras el puerto continúa su reconstrucción. Para ello han tenido que actuar en coordinación los tres niveles de gobierno, así como la iniciativa privada que ha tenido que volver a invertir en la rehabilitación de hoteles, restaurantes y demás negocios, y contratar nuevamente al personal operativo, que también se encuentra entre la población damnificada, aunque no necesitó esperar varios meses para volver al trabajo. Llegar a las 9 mil 500 habitaciones necesarias para albergar a los asistentes al Tianguis es un gran mérito para los guerrerenses.

La actual edición del Tianguis Turístico de Acapulco, uno de los más importantes de América Latina, es la última que tendrá lugar en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y sin duda debe reconocerse la labor titánica de la Secretaría de Turismo (Sectur) para que el evento tenga lugar. Una despedida destacada para Miguel Torruco.

Celebrar el Tianguis tiene un alto valor simbólico en esta ocasión: el evento representa la capacidad de respuesta ante la adversidad, e igualmente es una oportunidad para promocionar la infraestructura que está dejando el gobierno federal. El empresariado campechano le está apostando a la conectividad peninsular a partir de la puesta en operación del Tren Maya para atraer turistas a la entidad. A mediano plazo, esta promoción deberá traducirse en una mejoría sustancial en el servicio tanto de los negocios particulares como del ferrocarril.

Mientras, los viajeros continúan llegando a la península de Yucatán. La cifra de 9 millones 879 mil 57 pasajeros que arribaron por vía aérea a la región entre enero y marzo son indicador de que la actividad turística ya recuperó el ritmo de crecimiento previo a la pandemia de Covid -19 y que los tres estados peninsulares se encuentran entre los destinos más atractivos del país. Ya toca entonces a la iniciativa privada aprovechar el movimiento para capacitar al personal y ofrecer salarios más competitivos, invertir en la promoción y planificar acciones para conseguir una mayor pernocta.

La edición 48 del Tianguis Turístico en Acapulco ha hecho visible que México posee una fuerte vocación turística y una extensa variedad de destinos para todos los gustos, y que seguirá siendo un gran destino por sí mismo, aunque en alguno existan dificultades causadas por desastres naturales. Lo principal es que también ha dejado una enorme lección acerca del potencial de recuperación que se posee cuando una eventualidad golpea de manera inmisericorde algunos de los lugares más queridos por los mexicanos, como es Acapulco.

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Edición: Estefanía Cardeña