La biblioteca del Centro INAH-Yucatán

Blanca Rosa Amaya y María del Carmen Castillo

Rodeada de libros, catálogos, mapas, archivos, revistas y de todo tipo de artilugios contenedores de conocimiento antropológico escrito, Blanca Amaya, sonríe detrás de un estante de la Biblioteca del Centro INAH-Yucatán. La palabra impresa sobre lienzos de diferentes edades la acompañan en su labor diaria de bibliotecaria. 

Cada biblioteca es única y, como señala Irene Vallejo, siempre refleja la esencia de su bibliotecario. La portentosa autora reconoce admirar profundamente a aquellos cientos de miles de individuos que mantienen su fe en el poder de los libros para trascender el tiempo, enfatizando que con su trabajo nos brindan orientación, motivación, organizan actividades y generan oportunidades para que la mirada de los lectores pueda avivar las palabras que permanecen dormidas, a veces durante años, entre las páginas de ejemplares guardados en libreros. Vallejo, quien sorprendiera en 2019 con el espléndido ensayo El infinito en un junco:  La invención de los libros en el mundo antiguo;  resalta así que, en ese acto cotidiano, los bibliotecarios de todos los tiempos han practicado en el fondo, la resurrección del mundo.

Blanca Amaya comenzó su trayectoria en el universo de las bibliotecas en mayo de 1977 al unirse al equipo de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH). Después de consolidar su experiencia, en 1982 asumió el rol de Coordinadora de Biblioteca en el Museo Nacional de las Culturas, ubicado en la calle de Moneda 13 en la Ciudad de México. Durante su tiempo en esta posición, desplegó su pasión por el conocimiento y la preservación cultural. En 2013, dio un nuevo giro a su carrera al cambiar su adscripción a la biblioteca del Centro INAH Yucatán, donde continúa desempeñando un papel vital en la gestión y difusión del patrimonio bibliográfico y cultural hasta la fecha.

Desde la primera vez que Blanca dejó su hogar en Xochimilco, CDMX para asistir a las Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía en Mérida, Yucatán, en 1979, su vida ha sido una serie de emocionantes viajes y encuentros significativos. Después de casi cinco décadas, volvió a Mérida; esta vez con la intención de establecerse permanentemente y continuar su trabajo con renovado vigor. Hoy en día, se dedica apasionadamente a atender las necesidades de información de los investigadores, organizando, clasificando y catalogando diversos materiales para facilitar su consulta. Además, forma parte del equipo responsable de la creación de la base de datos Logicat 16, que tiene como objetivo mejorar el acceso a la información. Brinda apoyo bibliográfico a las líneas de investigación de los distintos académicos del Centro y se esfuerza por ofrecer una atención amable y cercana a todos los usuarios, demostrando el mismo entusiasmo que la ha impulsado desde el inicio de su carrera.

Nos cuenta que entre los libros más destacados de esta biblioteca se encuentran el Atlas Arqueológico del Estado de Yucatán y el Catálogo de Construcciones Religiosas del Estado de Yucatán, ambos fundamentales para comprender la historia, la arquitectura y la arqueología de la región. Además, la biblioteca alberga varios estudios sobre los mayas de la Colección Tulane Middle American Anthropology y la Colección Carnegie Institute of Washington, lo cual amplía el espectro de recursos disponibles para la investigación antropológica y arqueológica. Otros títulos relevantes son Arquitectura Prehispánica, que ofrece una mirada detallada de las estructuras precolombinas y los Informes de Arqueología de Chichen Itza, que proporcionan una valiosa información sobre uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo.

Nuestra bibliotecaria del Centro INAH experimenta un profundo afecto, admiración y respeto por los libros, siente un gran gusto al abrir sus páginas, hojearlos y manipularlos, explorando así su riqueza de letras y frases. Cada libro que sostiene le revela una parte de su grandiosa historia, permitiéndole descubrir detalles sorprendentes que antes desconocía, como la presencia de la serpiente de cascabel en los hipiles de Yucatán. Además, disfruta del característico olor a papel y admira la variedad de tipografías y la exquisita encuadernación de algunos ejemplares.  Nos platica además, que los autores más buscados desde que ella está a cargo de esta Biblioteca son: Harry Evelyn Dorr Pollock, Edward Thompson, Eric Thompson, Richard Thompson, José Díaz Bolio, Diego López Cogolludo y Alfred M. Tozzer.

Destaca también, la presencia de libros especialmente significativos, algunos incluso únicos en su género, como Historia de Yucatán de Eligio Ancona, publicado en 1889; Americanos célebres: glorias del Nuevo Mundo de la Baronesa de Wilson, de 1888; el facsímil de An Album of Maya Architecture de Tatiana Proskouriakoff, datado en 1958; Estudio arquitectónico de las ruinas mayas de Yucatán y Campeche de Federico Mariscal, impreso en 1928; y Estudio arquitectónico comparativo de los monumentos arqueológicos de México de Ignacio Marquina, editado en 1928.

Si estás buscando un entorno limpio y agradable, bien iluminado y con aire acondicionado rodeado de libros de la fascinante historia de esta Península; deseas acceder a wifi gratuito en un espacio bien dispuesto, equipado con mesas y sillas para escribir, leer, planificar, reflexionar y documentarte, te invitamos cordialmente a visitar la biblioteca del INAH Yucatán, abierta de lunes a viernes de 9 a 18 horas, donde Blanca Amaya o Héctor Valdés pondrán a tu disposición los libros que necesitas para abrirte camino a un nuevo mundo y como dice Irene Vallejo, acceder a un recinto del cuidado del alma.

Blanca Rosa Amaya Rueda es gestora cultural-bibliotecaria del Centro INAH Yucatán y María del Carmen Castillo es antropóloga social del mismo centro y coordinadora editorial de esta columna. 

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Edición: Fernando Sierra