Opinión
Óscar Muñoz
11/07/2024 | Mérida, Yucatán
Está por terminar la actual administración del gobierno de Yucatán y será necesario efectuar una revisión y un balance de los logros de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), en particular lo correspondiente a las publicaciones. En este asunto, valdría la pena destacar el bajo presupuesto asignado a este rubro. Al parecer, los proyectos editoriales pendientes de ser publicados se han acumulado porque no ha sido posible su impresión por falta de presupuesto.
Por otra parte, cabe destacar que, desde las anteriores administraciones de la Sedeculta, no había sido posible publicar materiales literarios destinados a los niños. Tal vez porque no existían propuestas editoriales para estos destinatarios o probablemente porque no hubo el presupuesto necesario para este tipo de proyectos, o simplemente por falta de interés institucional o por desconocimiento. Lo que representa una ausencia notoria de publicaciones de este tipo.
Foto: Facsímil
La importancia de la publicación de títulos destinados a la población infantil radica en el propósito de promover el placer de los niños por leer literatura y, con ello, favorecer la formación de lectores en una sociedad que parece leer cada vez menos. Si la transformación del país exige ciudadanos cada vez más críticos y propositivos, es imprescindible incrementar la publicación de materiales literarios para la población infantil y juvenil.
Por fortuna, recientemente, la Sedeculta ha apoyado la publicación de un proyecto editorial que ofrece textos literarios e históricos, como son las leyendas del Popol Vuh, en versiones para niños de seis a doce años, las cuales permitirán acercar a los lectores a la cosmovisión prehispánica, particularmente maya. Cabe señalar que, a partir de los textos, los niños tendrán que interpretar los textos para realizar pinturas que representen las escenas de cada página, lo que implica una traducción del lenguaje textual al lenguaje iconográfico.
Por otra parte, es pertinente resaltar que este material no tiene el formato de libro sino el de códice, por lo que, en lugar de abrir sus páginas, se despliegan como un acordeón. De esta forma, además del atractivo que representa para los niños leer una leyenda en un formato poco usual, como es el códice, tendrán que asegurarse de interpretar cada escena para poderla pintar. De este modo, los niños terminarán obteniendo su propio códice y habrán pasado por un ciclo de dos procesos: la interpretación lectora y la expresión plástica.
Respecto del diseño gráfico de los códices y las ilustraciones de cada página, su realización estuvo a cargo de Mar Hernández, egresada de la licenciatura de Artes Visuales de la UADY. Ella fue quien configuró visualmente cada página del códice, donde es posible apreciar el toque creativo de sus ilustraciones y la estrategia gráfica del diseño. Vale destacar que una colega de Mar Hernández, Claudia C. Domínguez, fue quien realizó los últimos detales y ajustes del códice.
La serie se titula Leyendas del Popol Vuh para niños e incluye 20 códices, los cuales están agrupados en 4 capítulos de 5 códices cada uno. El primer códice ya publicado lleva como título La creación de las montañas y los valles que, junto a los restantes cuatro, constituyen el primer capítulo llamado La creación. Los otros tres capítulos son: Hun-Hunahpú y Vucub-Hubahpú, Hunahpú e Ixbalanqué bajan a Xibalbá y Hunahpú e Ixbalanqué en las casas de Xibalbá.
Habrá que esperar, así parece, el próximo cambio de la administración de la Sedeculta para retomar este proyecto editorial. El hecho de contar con el primer códice publicado de una serie de 20 ya representa una atención a la literatura infantil y materiales interactivos que exigen a los niños la lectura y la expresión plástica. También compromete la propuesta de nuevos proyectos de literatura para niños a publicar.
Edición: Estefanía Cardeña