Opinión
Andrés Silva Piotrowsky
25/07/2024 | Mérida, Yucatán
El pasado fin de semana, a las 9:45 de la mañana, quien escribe, acompañado de asesores de hombres del campo, arribamos a la casa ejidal de Tecoh, para asistir a un taller de capacitación organizado por la Coordinadora de Ejidos y Comunidades de Yucatán.
La convocatoria al taller fue realizada por Felipe de Jesús Iuit Chan, un ejidatario de este núcleo agrario, en colaboración con miembros de la Comisión Ejecutiva. Aunque Felipe no es comisario ejidal, forma parte de la comisión desde su creación el 4 de febrero de 2023 en Motul.
Felipe nos explica que los talleres se realizan desde marzo "con el propósito de concientizar a los ejidatarios de sus problemas y, sobre todo, que conozcan la Ley Agraria para que puedan defenderse del despojo de sus tierras, que cada vez es más frecuente por parte de empresas de distinta índole que proliferan en Yucatán desde hace años". Los talleres han tenido lugar en Motul, Hunucmá, Halachó, Chemax, San Francisco Tinum, y el próximo se llevará a cabo en Tixpehual.
El calor era intenso: sólo había dos ventiladores; pese a ello, la sala se llenó, principalmente de hombres mayores, como suele ocurrir en todo el país. La asistencia femenina es escasa, reflejando la histórica baja participación de las mujeres en la vida ejidal, pese a que son quienes llevan la responsabilidad de la casa, los hijos y, a veces, las escasas actividades productivas del ejido.
Ángel Antonio Pool Alvarado, designado por la Comisión Ejecutiva para tratar asuntos con el Tribunal Agrario, se une a la conversación. Ejidatario de Chapab e ingeniero en electrónica por el Instituto Politécnico Nacional, Ángel nos dice: "Yo no soy comisario, pero soy parte de la coordinadora desde el inicio. Al saber que La Jornada Maya está presente, añade: "En el padrón ejidal no están completos los nombres de los ejidatarios, porque si revisas tu credencial de elector, a veces solo tiene un sólo apellido. Entonces, al hacer trámites en el Registro Agrario Nacional, te dicen 'usted no es'. Ahora, con la ayuda de la coordinadora, esto se ha ido regularizando, pero… ¡obviamente, son muchos los rezagos que hay!”
“El objetivo es que las autoridades nos escuchen. Anteriormente, llegabas a la Procuraduría Agraria y no te hacían caso. Con la ayuda de la Coordinadora hay mayor representatividad, mayor fuerza".
Ángel comenta que antiguamente los grupos de campesinos se formaban para controlar a la gente políticamente por los partidos. "Eso amañó a las mismas instituciones de gobierno, que ya no nos hacían caso porque simplemente nos tenían como un objeto político, para utilizarnos". A raíz de que la Coordinadora empezó a organizarse, hay un poco más de atención".
El ingeniero y ejidatario Pool continúa: "Los ejidatarios nos hemos dado cuenta de que ya no podemos ceder nuestras tierras a las empresas. Podemos ser socios si ellos lo desean, pero no vender. La tierra es de quien la quiera trabajar". Hay gente que al ver la reforma te dice: “tú tienes derecho a la tierra, aunque no seas ejidatario, con el sólo hecho de ser avecindado, y ahora resulta que todo mundo es avecindado. Porque el gran problema es el abuso, aquel colonialismo, latifundismo de hace tiempo, regresó. Ahora como la ley te lo ampara, entonces que sucede el dueño dice estoy legalmente, pero con chafa”.
Felipe concluye: "Es parte del trabajo de la Coordinadora, porque vemos que hay falta de interés de la gente por defender la tierra. No conocen sus derechos ni su participación en el ejido. Al dar estos talleres pueden tomar decisiones y no sean manipulables por nadie".
Fernando May Sosa, uno de los líderes más representativos de la coordinadora y comisario del ejido de Halachó, explicó a los participantes la importancia de que más ejidatarios se unan a este proceso organizativo. "La finalidad de la Coordinadora es combatir la corrupción, vemos atropellos en los ejidos en donde las mismas instituciones, la Procuraduría Agraria, el Registro Agrario Nacional, siempre estaban protegiendo a los empresarios. De hecho, se han perdido muchas tierras porque están coludidos con la corrupción, entonces hemos tenido que agruparnos”.
“Nos han despojado de tierras con la participación de Rafael Acosta Solís, en ese caso los compañeros tenían que buscar la manera de dónde acudir para rescatar sus tierras, nadie les dio una solución”. Eleazar Crespo, ejidatario de San Ignacio Petzbalam, añade: "Rafael Acosta manipula a los ejidatarios de Petzbalam, trabaja para los empresarios y quiere saquear nuestra tierra".
"En Halachó han sido acaparadas 581 hectáreas por familiares de funcionarios para convertirlas en propiedad privada. Los ejidatarios han puesto demandas, incluso en la CDMX, pero no hemos podido resolverlo, e inclusive algunos ejidatarios fueron amenazados. En Yucatán, en toda la península y a nivel nacional, vivimos la misma situación. La PA debería capacitar y asesorar a los ejidatarios, pero están en contra, porque no nos apoyan para defender nuestros derechos".
A la pregunta de si considera que hay una colusión entre las autoridades y las empresas privadas para despojar a los ejidatarios, May Sosa responde: "En Halachó nosotros tuvimos que frenar la construcción del Tren Maya para que nos pudieran resolver de una manera justa el valor real de la tierra, así que se hizo un nuevo avalúo, se luchó contra Barrientos y Asociados quienes eran una asociación de abogados que buscaban como despojar a los ejidatarios, también luchamos contra Rita Chumil para que la sacarán de la PA,se logró remover y también al Comisario de Halachó de ese entonces. Porque vimos que no era el precio justo y logramos acuerdos: aterrizamos programas sociales; Casa Ejidal, Banco del Bienestar, Carretera de Halachó a Sihó, mejoramiento de vivienda e internet”.
La Coordinadora representa un gran apoyo para los hombres del campo puesto que asesora, orienta, acompaña y da seguimiento a problemas planteados ante las instituciones y es de gran beneficio pues ya los trámites no son tan burocráticos, y se les da respuesta dentro de lo establecido por la ley, cosa que no se cumplía al cien por ciento anteriormente. Existían comisarios que terminaron su período de tres años y sus credenciales de acreditación nunca las tuvieron. Uno de los logros es que las instituciones ya se dan cuenta que los ejidatarios no están solos y que hay gente pendiente de sus acciones y que les demanda atención digna. Se ha dado el reconocimiento de las instituciones que se negaban a admitir y a aceptar a la organización como representativa y con capacidad de interlocución.
La postura de la coordinadora estatal ante la nacional, concluye Reinaldo Canul, es de respeto y solidaridad, pues es la única manera de sacar adelante este trabajo. En Yucatán la coordinadora existe, es una realidad que nadie puede poner en duda, porque nosotros los campesinos estamos en ella, en ella participamos, nosotros le damos vida y acción, y con ella seguiremos hasta alcanzar la justicia agraria que haga posible la prosperidad compartida que la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, ha propuesto para todos los mexicanos.
Edición: Estefanía Cardeña