Opinión
La Jornada Maya
29/09/2024 | Mérida, Yucatán
Rubén Torres Martínez
Profesor del CEPHCIS
Secretario General de la ENES-Mérida
En redes sociales el Va-y-Ven reporta que alrededor de medio millón de habitantes emplea este medio de transporte, lo cual significaría un éxito incontestable considerando que apenas hace tres años comenzó este medio de transporte. De igual manera, se debe resaltar que son cerca ya de mil unidades las que recorren, no solo la capital del estado sino varios municipios del interior. Algo que hemos podido constatar en los recorridos que hemos realizado para documentar y dar seguimiento a esta iniciativa es que hay muchos jóvenes que han adoptado al Va-y-Ven como principal medio de movilidad. La iniciativa de tarifas diferenciadas o “tarifas sociales” han permitido una rápida adaptación a este medio de transporte por parte de la población señalada.
A mediados de 2023 se echó a andar el circuito “Poniente Plazas y Universidades”, su éxito fue prácticamente inmediato, se calcula al día hoy que entre 9 y 15 mil usuarios diarios emplean dicho ramal. Lo mismo sucedió con el circuito “Ruta 92 Canek – UNAM – UPY”, que además conecta de manera rápida y eficaz a Ciudad Caucel con el resto de la metrópoli. En mayo pasado comenzó a andar el circuito “Comisarias Flamboyanes, San Ignacio y Paraíso” que acerca a Mérida con el puerto de Progreso y comunidades intermedias. Algo que llamó rápidamente la atención fue el importante número de estudiantes que comenzaron a utilizar el servicio en este trayecto, se trata principalmente de jóvenes que cursan licenciatura universitaria y bachillerato. Con la llegada del ramal “Av. Alemán – Campus UADY” en estos días se abre una nueva brecha que corresponde a necesidades comprobadas respecto al sector estudiantil y universitario que se mueve desde el centro de la ciudad hacia los nuevos campus en la periferia meridiana. Las rutas hasta aquí exploradas coinciden en servir a un público cautivo que requiere del servicio: la población en edad escolar.
Sin embargo, no todo es un éxito comprado. En junio del año pasado una de las rutas más esperadas fue la de “Circuito Comisarias Komchen – Sierra Papacal”, la misma que conecta el centro de convenciones Siglo XXI y alrededores con el Parque Científico Tecnológico. La ruta en un inicio fue bastante exitosa, sin embargo, con el tiempo el servicio se fue espaciando y por lo mismo se presentó una disminución de usuarios, quienes optaron por volver al transporte privado. Aquí se trata de un sector muy específico de la población: el académico.
Es importante resaltar que las administraciones, federal, estatal y municipal, que están comenzando han visto con buenos ojos la reactivación del proyecto de Parque Científico y Tecnológico de Yucatán, para aprovecharlo en su enorme capacidad. Por ello algunas instituciones científicas han mostrado su beneplácito para desplazar parte de su personal y actividades, entre ellas está la UADY, el CIESAS, CINVESTAV Mérida y la UNAM. Adicionalmente se tiene contemplado la instalación del Polo Tecnológico del Bienestar en esa misma zona. Se trataría de un ambicioso proyecto científico y económico a la vez. Incluso podría ser visto como el detonador de alguna especie de clúster o megaproyecto en la región.
Para que idea tome sentido y posibilidad de concretizarse se requiere de mantener y mejorar la conexión de este nodo tecno-científico-comercial con la urbe y sus alrededores, pero sobre todo con otras entidades de carácter académico. Algo necesario será la creación de ramales que faciliten la conexión con otros espacios científicos, académicos y universitarios. Se debe comenzar a proyectar rutas que abarquen en un solo trayecto espacios como el campus de Ciencias Sociales de la UADY, con el Parque Científico y de este último con la “Ruta 92 Canek – UNAM – UPY”, o bien de la Facultad de Veterinaria en Xmatkuil hasta el mismo Polo Tecnológico del Bienestar. Lo anterior suena complejo, quizás a ojos de varios, imposible, la realidad es que se trata de una apuesta por el futuro, por un futuro basado en la generación de conocimiento con aplicaciones concretas y cercano a la sociedad.
Edición: Fernando Sierra