Opinión
Margarita Robleda Moguel
30/09/2024 | Mérida, Yucatán
La editorial de Alba Sud nos invita a preguntarnos: “Día Mundial de Turismo 2024, ¿una oportunidad para La Paz?”. Turismo y paz fue el tema elegido por ONU turismo para celebrar el Día Mundial de Turismo el pasado 27 de septiembre de este convulso 2024.
“No hay paz en la guerra. Mientras ONU Turismo anuncia nuevos récords postpandemia en el número de turistas internacionales, el pasado mes de junio alcanzamos otra cifra récord: el número de guerras en el mundo llegaba hasta 56, con 92 países implicados. El pico bélico más alto desde la II Guerra Mundial”.
¡Ayyy! No aprendemos y, aunque no parezca, las guerras comienzan en familia donde no enfrentamos los conflictos y estos, aunque ignorados, se multiplican y siguen latentes aún en el silencio y pueden estallar en cualquier momento.
Evitar los conflictos no son la solución, enfrentarlos, hablarlos, ponerse de acuerdo; entenderse es el inicio de una paz más auténtica del “calladita te ves más bonita”.
Por otro lado, el entrenarnos desde siempre a competir en lugar de compartir, fomenta la guerra más cada vez más feroz por alcanzar lo que nos dicen que es el éxito: ser el número uno, cueste lo que cueste.
¿Quién gana en una guerra? El único que triunfa es el dueño de la fábrica de balas, todos los demás salimos perdiendo.
Algo tan hermoso como es el turismo: salir al encuentro de los otros, de su forma de ver el mundo, sus propuestas culinarias, la belleza de su naturaleza se ha convertido en una industria que está atropellando a los nativos del sitio e incomodando a los viajeros. La voracidad del inversor es insaciable. Si le va bien con una tienda de curiosidades, abre otra enfrente. Y así, poco a poco va engullendo la ciudad en la que los locales no tienen capacidad de adquirir una vivienda. Los precios se vuelven inalcanzables.
Cansados ante la cantidad de visitantes, los proveedores de servicio, maltratan a sus clientes. Han surgido situaciones dónde llegan a los restaurantes con pistolas de agua defendiéndose de lo que sienten una invasión. ¿Es acaso otra forma de hacer la guerra?
La economía vs. las personas. Los cuartos de hotel son más pequeños, los asientos del avión más estrechos, la reducción del personal, incluyendo los agentes de migración complican todo; se pierden vuelos y conexiones, caras largas y tensiones por doquier.
Alejandra Zorrilla, colega del clan de aterrizadora de utopías, asesora internacional de empresas y gobiernos, especializada en turismo, comentó: “El día mundial del turismo en Bali nos invita a repensar y encontrar soluciones… o más bien, nos convoca a conectar la cabeza con el corazón, las manos con los pies, los tus con los yos… a reconocer que no somos dueños si no invitados, que entre los visitantes y los anfitriones hacemos comunidades. Instantáneas, creativas, amorosas, ¿podremos algún día hablar de amor para resolver La Paz?”
¿Cómo construir La Paz? Tan sencillo como tomar en cuenta las personas. ¿Podríamos integrar comités de planeación entre inversores y comunidades? ¿Limitar según los acuerdos?
¿Seguirle con Sinaloa, Gaza, Siria, Ucrania, Líbano, etcéteras? ¿Paz con nosotros mismos?
Edición: Estefanía Cardeña