Opinión
Normando Medina Castro
13/11/2024 | Mérida, Yucatán
La impunidad en México alcanza niveles muy altos, por la falta de valores éticos y morales de actores políticos y sociales complementada con su incongruencia respecto a los códigos que declaran respetar. Un ejemplo claro es el Partido Acción Nacional (PAN) que se fundó sobre la base de la fe católica y con la doctrina social del cristianismo como imperativo de acción.
La derecha mexicana que se dice conservadora no defiende ni vive los postulados fundamentales de esa corriente en la que la religión, la familia tradicional y la moral son el cimiento. Penosamente los “conservadores mexicanos” están muy alejados del humanismo cristiano y la empatía social que implica, sólo les importa acrecentar, a cualquier precio, su poder económico y político.
Se han convertido de facto en totalmente amorales, el bien y el mal determinan su conveniencia y sus deseos. El dirigente saliente del PAN, Marko Cortés hizo de la mentira, la corrupción y el antinacionalismo su sello. Lo mismo recibió 70 millones de pesos de empresarios michoacanos en su pretensión de gobernar esa entidad como narra su propio correligionario Juan José Rodríguez Prats, reclamó cargos en el gobierno, y en organismos autónomos de Coahuila, además de exigir que se declaren como terroristas a narcotraficantes mexicanos para la intervención armada de los Estados Unidos en nuestro país.
La impunidad es la falta de castigo, de investigación y el procesamiento de delitos. En el PAN Marko Cortés no recibió ninguna sanción, al contrario, fue premiado con una senaduría plurinominal.
Su sucesor en la dirigencia panista, Jorge Romero es señalado de encabezar “el cártel inmobiliario” en la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México que afectó a numerosos empresarios y que tiene en prisión y bajo proceso a varios de sus colaboradores. El mismo ex presidente panista Felipe Calderón en su libro
Decisiones Difíciles exhibe la corrupción de Romero. Es penoso el nivel de impunidad en el PAN. Nuestro país necesita partidos de oposición a Morena con calidad moral, credibilidad y amor por México. Ojalá presten atención al presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, abierto opositor de los globalistas y con el imperativo de acción “First USA”. No pone por encima de su país los intereses de ningún otro. Sus cartas son claras, por eso “repugna” a la inteligencia que panistas, priistas, jueces, ministros y magistrados, y cualquier actor político y social de México, acuda a Estados Unidos a “acusar” a sus autoridades elegidas por el pueblo Soberano, se opongan a la legítima voluntad popular y alimenten el injerencismo del poderoso imperio vecino.
En lo local
Precisamente la falta de calidad moral y credibilidad de la oposición, permite y facilita que en Estados y municipios gobernados por Morena y sus aliados, impere la impunidad. En Quintana Roo donde Morena tiene la gubernatura, los poderes legislativo y judicial, y todos los municipios, es penoso que no se aprecien cambios positivos, sino todo lo contrario. El tema de la inseguridad y la violencia parece tabú, por eso es loable que el presidente municipal de Tulum Diego Castañón anuncie con claridad que la seguridad es su prioridad absoluta. Los esfuerzos por mejorar la imagen urbana de Playa del Carmen y su programa de bacheo tienen que complementarse con compromisos serios contra la inseguridad y violencia.
En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra