Opinión
La Jornada Maya
19/11/2024 | Mérida, Yucatán
- ¿Quieres que sea niña o niño?
- Eso no importa, lo que importa es que nazca sano
Alrededor del nacimiento suele haber mucha expectativa, pero, ¿Estamos preparados para situaciones que pueden poner en riesgo la vida del recién nacido?
El embarazo son nueve meses en los que pasamos a ser de una célula a un individuo de aproximadamente 50 centímetros de longitud y 3.5kg de peso. Durante primer trimestre las células empiezan a crecer en tamaño y en cantidad, para posteriormente comenzar a diferenciarse, agruparse, formar tejidos y finalmente los órganos. En el segundo trimestre el individuo sigue creciendo y desarrollándose, siendo la longitud la principal ganancia. Finalmente en el tercer trimestre los principales incrementos son en peso. Durante este trimestre esperaríamos que los órganos, ya formados, continúen con su desarrollo hasta completar la madurez para cumplir sus funciones.
Cuando el parto ocurre en la semana 37 o antes de ella es considerado prematuro. Posiblemente sus órganos no estén listos para enfrentarse al nuevo ambiente en la vida fuera del útero. Los recién nacidos prematuros van a necesitar atención especial brindada en la unidad de cuidados intensivos neonatales, recibiendo asistencia en las funciones del corazón, pulmones, intestino, riñones, piel y cerebro.
Actualmente la OPS hace un llamado a que las unidades de cuidados intensivos neonatales mantengan sus puertas abiertas a las madres y padres, cuya cercanía es de beneficio para el prematuro. Un ejemplo de esto es la dificultad que tiene un prematuro para regular la temperatura corporal, misma que se puede brindar a través del contacto piel con piel con sus progenitores. Será necesario escuchar a los neonatólogos, ellos son los profesionales capacitados para definir el momento en el que un recién nacido prematuro cuenta con la madurez suficiente para empezar a tener este tipo de interacciones que resulten de beneficio para su pronta recuperación.
En torno al Día Mundial de la Prematuridad hacemos un llamado a concientizar acerca de esta condición. Más que hablar acerca de causas, existen factores relacionados con un mayor riesgo de tener un parto pretérmino, entre las que encontramos obesidad, hipertensión arterial, alteraciones en útero, sistema inmune deprimido, embarazo múltiple, infecciones de vías urinarias, tabaquismo, alcoholismo, y drogadicción. Podemos notar que algunos de ellos son modificables. Seas hombre o mujer, si está en tus planes o existe la posibilidad de tener hijos, toma en cuenta que la preparación de tu cuerpo también forma parte de brindarle salud a tus futuros hijos.
Es importante tener en cuenta que lo mencionado anteriormente reduce el riesgo de un parto pretérmino, sin embargo, existen otros factores fuera de nuestro control. Ante esto, lo importante es tomar acción para brindar la atención y cuidados al recién nacido.
La calidad de vida de los bebés prematuros dependerá de la calidad de intervenciones que recibe después del nacimiento. Si bien el bebé prematuro nace con un peso menor al considerado rango saludable, será necesario que cuenten con una buena nutrición y condiciones óptimas de salud e higiene, que les permita alcanzar el ritmo de crecimiento de los bebés que nacen a término. Adecuados patrones de lactancia materna y alimentación complementaria son aliados para ello. Como todo proceso de aprendizaje, esto lleva tiempo y esfuerzo, que la madre y su red de apoyo deberán destinar con el objetivo de brindar al bebé una alimentación óptima para su desarrollo. Entre los profesionales de la salud, podrás encontrar nutriólogos especializados en estos primeros años de vida, entrenados para dar el acompañamiento al bebé y su familia. No dudes en acercarte a ellos.
Samantha Guadalupe Sanchez Escobedo Nutrióloga, Ecóloga
Ingenio Colectivo
Edición: Fernando Sierra