Opinión
La Jornada Maya
17/12/2024 | Mérida, Yucatán
Édgar Fernando Cruz
Mérida, Yucatán, es un fenómeno de inmigración y gentrificación, aunque no es lo mismo, pero se parece.
Mérida está viviendo un fenómeno de inmigración debido a una promoción descontrolada basada en su alta seguridad y aparente calidad de vida... En el 2020 la ciudad tenía 995 mil habitantes, ahora en 2024 se estima que llegará a un millón 240 mil habitantes, un crecimiento exponencial del 25 por ciento en tan solo 4 años.
Mérida no está preparada para recibir a un gran número de inmigrantes que llegan de México y de algunos países como Estados Unidos, Canadá, Cuba, Sudamérica, España, Francia y Australia, según el Inegi, nuevos habitantes que demandan servicios, como salud, educación, seguridad, trabajo, e infraestructura general.
Sin política clara, estructurada y sin presupuesto, el gobierno se lanzó a promocionar la ciudad como un lugar seguro, naturalmente bello y económico, creando un fenómeno inmobiliario que devastó las selvas circundantes a la ciudad, generando un daño irreversible a la naturaleza y al orden urbano.
En 10 años se construyeron innumerables privadas atractivas amenidades, piscina, gimnasio, canchas y ciclo pistas, destinadas a una clase social media dispuesta a vivir en las afueras de la ciudad, aunque a su alrededor no haya nada donde hace falta todo: caminos y carreteras, servicios, escuelas, agua potable, transporte para quien trabaja dentro y fuera de las privadas. Tal desorden inmobiliario generó un problema de urbanización complejo para el gobierno estatal y municipal.
Constructoras siguen empujando la promoción como una de las mejores ciudades del mundo para vivir, identificaron el negocio, compran tierras baratas para construir vivienda de interés medio y medio alto, creando caos urbano, y un gran choque con las costumbres y hábitos de vida de la sociedad tradicional meridana.
Yucatán tiene un crecimiento del PIB de 1.5 por ciento anual, pero no es un estado de oportunidades. El nivel salarial es más bajo respecto a otros estados. En la península no hay gas natural, por eso no ha crecido la industria y por lo tanto no hay suficientes fuentes de trabajo, el nivel de desempleo es de 2.4 por ciento
Otro caso es el de gentrificación, extranjeros que llegan vivir al Centro Histórico y el turismo que se aloja en casas remodeladas para renta en Airbnb ha generado inflación, especulación en rentas, y en la compra-venta de inmuebles, cambiando la dinámica de los barrios y transformado la identidad local.
Un problema que se vive en ciudades culturalmente atractivas con explosion turística. Los centros históricos de Lisboa, Madrid, Roma, Venecia, Buenos Aires, Bogotá, CDMX y muchos más en todo el mundo están sufriendo el fenómeno socio económico cultural de la llamada gentrificación. Un tema que los gobiernos estatal y municipal de Yucatán no han entendido y no han generado las políticas públicas de planeación necesarias para adaptar la ciudad al fenómeno.
Barrios de gran belleza y tradición Como la García Gineres, Carranza, Alemán, Itzimna, o la México, se encuentran semi abandonadas. Décadas sin mantenimiento de camellones, plazas, parques, jardines, pavimentación y mobiliario urbano ha generado una transformación sin planeación. Colonias que han expulsado a sus habitantes, porque envejecieron, casas que se quedaron sin mantenimiento o abandonadas porque están intestadas son entonces foco de la gentrificación.
La crisis del henequén de los años 70 dejó una cicatriz, aunque las huellas son visibles, la falta de pavimentación, limpieza y desarrollo ordenado, Mérida tiene dos caras, la belleza de algunos barrios, la remodelación del centro histórico en su calle 60 y 47, la creación del parque de la Plancha y en contraste la otra cara, el lado sur y el abandono de los barrios modernos-tradicionales de los años 60.
La inmigración en Mérida llegó de golpe, sus habitantes originales aun resienten, observan con sentido crítico aquello que no les es familiar. El desarrollo en el mundo siempre ha sido así, oleadas de gente que llega de otras latitudes. Porque la historia humana es seminómada, irremediablemente el fenómeno que viene es la aculturación de la sociedad. La Fusión está en marcha.
Paso de gato
Cumplió un año el Tren Maya. Se cerró el círculo, la derrama económica debe beneficiar a los pueblos, si funciona el impacto positivo será inmediato. Hay promoción y se buscan pasajeros.
Edición: Fernando Sierra