Replica de la presidenta con ciencia al 'New York Times'

El jueves 2 de enero, la presidenta, Claudia Sheinbaum, marcó una técnica de réplica con base científica para descalificar y desmantelar un reportaje del influyente diario estadunidense The New York  Times. El diario asegura que el fentanilo se produce de manera casera en plena ciudad de Culiacán, Sinaloa. 

Tengo haciendo medios de comunicación 30 años y sí puedo atestiguar que estamos frente a una revolución de la información y de la categoría de la información, es de todos conocido que el periodismo; los diarios, la radio y la televisión han fungido como un ente político dirigiendo la opinión pública y siendo la bisagra de los gobiernos o de los intereses empresariales, no es nuevo, todos quienes hacemos medios de comunicación empresariales sabemos que la estructura de publicación es vertical y que lo horizontal de la libertad de expresión tiene su recovecos, libre mientras no se oponga a la llamada línea editorial.

Sin duda, el gobierno está decidido a exhibir con planteamientos comprobables las mentiras o las intenciones de manipulación de la opinión por parte de las estructuras mediáticas con planteamientos casi científicos.

El  gobierno abre la controversia, el desacuerdo, la réplica ante un reportaje de dos periodistas quienes investigan en la zona de Sinaloa cómo se fabrica el fentanilo, cómo se procesa para llegar a esa pastilla o sustancia y publican el reportaje en el periódico global New York Times, diario que ante la réplica responde que respalda el reportaje diciendo que es categórico y que tiene toda la credibilidad.

La publicación periodística de investigación en forma de reportaje, se los digo, pues como jefe información, como una persona con experiencia en el periodismo, es un trabajo muy endeble, sin duda asiste a una narrativa apuntalada por décadas, de que la estructura del narcotráfico se hace en  rancherías, con gente desalmada y sin educación.

Según la investigación periodística, uno de múltiples laboratorios donde se fabrican estas potentes y letales drogas se logra con dos hombres en un cuartucho, una estufa, dos ollas y un desorden total, en un ambiente insalubre. 

Como periodista he asistido a algunos laboratorios de fabricación de medicamentos o de reactivos para análisis clínicos, es digo que es una industria con controles muy estrictos en instalaciones estériles, resulta increíble que una droga de ese tamaño, de un químico que involucra a varias naciones, que genera ganancias millonarias se fabrique en una estufa casera con dos ollas... es imposible.

Sin embargo, la explicación que hace ayer el gobierno es un cambio en la dinámica de comunicación porque lejos de refutar, de tratar de desmentir de un dicho a otro, exhibe con tres especialistas: del IMSS bienestar, Alejandro Svarch; la teniente de Marina especialista en precursores químicos, Juana Peñaloza, y la titular de Cofepris, Armida Zuñiga; el ardid y deja en la mesa la intención del diario.

¿Cuál es el objetivo? ¿Seguir con la narrativa de que el narcotráfico se hace en México? ¿Qué los malos son sicarios sin preparación escolar, qué difícilmente fueron a la escuela? ¿Campesinos que cultivaban y trafican estupefacientes hasta mover millones de dólares? 

Me pregunto: ¿quiénes son los que trafican la droga por el mundo y hacen negocios millonarios...? La confrontación podría llevarnos al verdadero fondo de quiénes son los narcotraficantes...

Como comunicadores estamos frente a un paso decisivo para el rumbo del periodismo, hay un cambio, hay intercambio de planteamientos, hay conversación y hay réplica... dice la presidenta que continuaran las réplicas desde el foro mañanero... nos toca la ética a  quienes hacemos los medios, bajo la lupa vamos por fuerza a la modernización de la información y al debate con investigaciones sólidas, a los empresarios de la comunicación les toca pasar de lo vertical a lo horizontal, sacar las manos.  

Una buena para la península, llega a Cenagas un hombre del sur, el ex gobernador Cuitláhuac García. El objetivo es traer gas natural para Yucatán, lanza para el desarrollo. 

Edición: Estefanía Cardeña