Opinión
La Jornada Maya
20/04/2025 | Mérida, Yucatán
Los recientes cambios en el gabinete del gobierno de Yucatán reflejan un nuevo momento político dentro de la administración estatal. A diferencia de los ajustes realizados al inicio del sexenio, marcados por la urgencia de conformar equipos y llenar vacíos, los movimientos actuales parecen responder a una necesidad de corregir el rumbo en algunas áreas y reforzar otras ante los desafíos crecientes de la gestión pública.
La salida de Janine Patricia Quijano Tapia, Federica, de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y la llegada de Neyra Silva Rosado, con un perfil técnico y experiencia en temas ambientales, puede interpretarse como un intento por retomar una agenda que había perdido fuerza. El área de sustentabilidad, vital en un estado como Yucatán, requiere no solo de conocimientos especializados sino de capacidad para articular políticas públicas con impacto real. Está por verse si el nuevo nombramiento logrará traducir esa experiencia en resultados concretos.
En la Agencia de Transporte, una de las dependencias más complejas de la administración,
se designó a Jacinto Sosa Novelo como nuevo titular. Más allá de su cercanía con el gobernador Díaz Mena, el reto será responder a una ciudadanía cada vez más exigente en materia de transporte público. Para reforzar el equipo, se integró como vocero Daniel Cárdenas Rodríguez, quien ocupaba un rol clave en Comunicación Social. Este cambio no es menor: habla de la necesidad de construir un discurso más sólido y defensivo ante las críticas por las deficiencias del sistema actual.
A su vez, la llegada de Tila del Koral Pérez Escalante a la jefatura de Comunicación Social del gobierno estatal cierra este pequeño reacomodo en la estructura de poder. Economista y periodista con experiencia tanto en medios como en el servicio público, su nombramiento puede leerse como una apuesta por fortalecer la relación con la prensa y la narrativa institucional en un año particularmente complejo.
Estos movimientos, aunque puntuales, envían señales claras: el gobierno reconoce áreas donde los resultados pueden mejorar y busca reagrupar fuerzas. El verdadero impacto de estos cambios dependerá de cómo se traduzcan en acciones concretas.
Edición: Emilio Gómez