Opinión
Normando Medina Castro
30/04/2025 | Chetumal, Quintana Roo
Ejemplos de amnesia selectiva, mitomanía, cinismo y desprecio a la memoria colectiva, es el activismo de los ex presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, emanados del Partido Revolucionario Institucional y los dos últimos del Partido Acción Nacional.
Con la enorme cauda de sus abusos, su corrupción y el enorme daño que ocasionaron al país y a la mayoría de las mexicanas y mexicanos, los tres ex presidentes prianistas mencionados, con un poco de sensatez y vergüenza debían desaparecer de la escena pública, pero les vence su ego y sus intereses.
El latrocinio del panista Vicente Fox y el saqueo que perpetró junto con sus amigos y familiares no tuvo freno. Es penoso que hasta con las toallas de los Pinos, donde habitó con su esposa Martha Sahagún, hizo negocio, según documentó ampliamente, ahí sí, con las pruebas en la mano, Anabel Hernández. Y que decir del otro ex presidente panista Felipe Calderón, que junto con Fox perpetraron fraude para apropiarse de la presidencia en 2006 e instaurar un narco gobierno como quedó demostrado con el juicio y condena por narcotráfico, de su “brazo derecho”, Genaro García Luna, preso en Estados Unidos. Por mucho menos, en otros países, hay ex presidentes en la cárcel.
El colmo del cinismo, de la “cara dura” es el expresidente Ernesto Zedillo quien asegura que en México hay una tiranía y ha muerto la democracia, según su texto en la revista Letras Libres y su entrevista a Nexos, de Enrique Kruaze y Héctor Aguilar Camín, respectivamente, connotados intelectuales de la derecha, vencidos y desprestigiados por su odio hacia Andrés Manuel López Obrador y su movimiento. Zedillo obtuvo la candidatura del PRI, luego del asesinato de Luis Donaldo Colosio, de quien era coordinador de campaña. Durante su presidencia se registraron las masacres de Acteal y Aguas Blancas, la brutal devaluación del “error de diciembre que hizo perder sus casas, sus negocios y arrojó a la pobreza a cientos de miles de familias, pero antes avisó a sus amigos empresarios que hicieron más fuerte el golpe al país sacando su dinero al extranjero y comprando dólares. También hizo pública la deuda privada de banqueros con el FOBAPROA, que como dijo la presidenta de México Claudia Sheinbaum, estuvo plagado de corrupción, privatizó los trenes y después se fue a trabajar a una de las empresas norteamericanas que benefició. Todavía traicionó al PRI y acordó con los Estados Unidos la entrega de la presidencia al PAN, según relató en su libro el ex candidato presidencial priista, Francisco Labastida.
En Quintana Roo, a Chetumal, la empobrecida capital del Estado, le llovió sobre mojado el martes 29 cuando una lluvia normal, que duró alrededor de media hora, inundó la avenida Constituyentes con Tomás Aznar, precisamente en ese cruzamiento inauguraron hace poco, con bombo y platillo, obras de drenaje que “solucionaron de manera definitiva” las inundaciones en esa zona, según aseguró la presidenta municipal Yensunni Martínez, y la gobernadora Mara Lezama con su acostumbrada grandilocuencia dijo que era para “devolverle el brillo a Chetumal”. Con la primera lluvia, sin ser torrencial, se desnudó la mala calidad de los trabajos del drenaje y todo se inundó con el perjuicio ciudadano. Trabajadores estatales y municipales rompieron el camellón central para que la inundación se distribuya en los dos carriles. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño Estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra