Opinión
La Jornada Maya
03/06/2025 | Mérida, Yucatán
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el resultado de las Mediciones Trimestrales de los Puestos de Trabajo y sus Remuneraciones por Entidad Federativa correspondientes al último trimestre de 2024, un instrumento que registra el comportamiento de la ocupación en el país y en los estados.
Las Mediciones siguen la creación de fuentes de trabajo y los salarios por entidad federativa, y de esa información se deduce el movimiento laboral en todo el país. Así, en lo general, se tiene que la cantidad de puestos laborales remunerados alcanzó los 40.2 millones, un incremento de 0.4 por ciento anual. Sin embargo, al desagregar por estados, se observa que cada uno tuvo un comportamiento desigual, en el que se encuentran líderes, donde esta tasa aumentó por encima de la media, y otras donde la ocupación remunerada disminuyó con respecto a registros previos.
Esto se observa perfectamente en los tres estados de la península de Yucatán, pues Campeche y Quintana Roo se ubicaron entre los estados donde la ocupación se desplomó durante todo el año, mientras que en Yucatán ésta sostuvo moderados incrementos trimestrales.
En Campeche se invirtió la tendencia registrada durante 2023, la cual alcanzó al primer trimestre del año pasado, cuando el número de puestos remunerados aumentó 6.8 por ciento; en los siguientes tres, las disminuciones fueron de -4.1, -8.4 y -10.4 por ciento. Mientras, en Quintana Roo, la caída fue menos pronunciada, pues en los dos primeros trimestres hubo aumento de plazas de 5.5 y 1.1 por ciento, respectivamente; pero en los dos últimos bajó 6.2 y 6.8 por ciento, respectivamente.
Por el contrario, Yucatán acumuló tasas positivas, de leves incrementos, pero siempre en positivo, en los cuatro trimestres: de 0.6, 1.8, 2.1 y 2.5 por ciento, respectivamente. No son números pujantes, pero sí bastaron para mantener una tendencia de aumento en la creación de puestos de trabajo.
El otro indicador de la Medición es el valor de las remuneraciones. Es decir, se trata del valor económico de los puestos de trabajo creados durante el año. Según indica el Inegi, durante el cuarto trimestre de 2024, las remuneraciones de los asalariados ascendieron a casi 10 billones de pesos.
En cuanto a los sueldos, en Campeche se observa que también fueron disminuyendo, o habrá que decir que la caída en el número de empleos se reflejó en el dinero generado por sueldos y salarios. De un incremento de 13.1 por ciento, la entidad del Golfo pasó a 6.2, 1.7 y -0.6 por ciento en los siguientes trimestres de 2024. En Quintana Roo sucedió algo semejante, sin llegar a tasas negativas: de un primer trimestre con 14 por ciento, se disminuyó en los siguientes a 8.2, 4.9 y 3.2 por ciento; es una desaceleración de su actividad económica.
Yucatán llama la atención porque logró mantener una tendencia de crecimiento, con trimestres de 7.6, 9.9, 10.4 y 9.6 por ciento. Es decir, los empleos generados se reflejan en una mayor cantidad de dinero circulando.
Ahora, el hecho de que en dos estados se esté registrando la caída del empleo y las remuneraciones indica factores estructurales que impiden que las cifras de creación de plazas laborales tan siquiera se mantengan. Cierto que el año pasado fue excepcional debido a las obras del Tren Maya en ejecución, pero tal pareciera que, por algún motivo particular, la entrada en operación del ferrocarril no fue suficiente para siquiera mantener la mayor parte de los puestos creados en Campeche y Quintana Roo.
Y al mencionar factores estructurales es necesario referir que lo que Yucatán ha vendido como su mayor atractivo ha resultado determinante para mantener la tendencia de crecimiento en puestos laborales y salarios. La seguridad ha sido primordial para ello, si consideramos que Campeche enfrentó una crisis por la huelga de policías de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, mientras que el principal motor de Quintana Roo, el turismo, no resulta bastante para impulsar la economía local a nuevas alturas.
Edición: Fernando Sierra
