Opinión
Rulo Zetaka
02/07/2025 | Mérida, Yucatán
Junio ha sido especialmente lluvioso en muchas partes del país, clases suspendidas, huracanes y, en el mejor de los casos, muchos días con lluvia y sol que nos liberan del sofocante calor y nos alejan de la percepción térmica del año pasado. También fue un mes con mucho ruido en las esferas de la política partidista en el país, elegimos jueces y parece que vivimos en un país profundamente democrático.
Sin embargo, este es otro mes donde el clima, electoral, meteorológico y político puede esperar. Amanecer con días lluviosos no es algo que celebrar o agradecer cuando en algún lugar de este territorio al que llamamos México se registraron 200 asesinatos en 30 días.
200 asesinatos en 30 días.
Doscientos asesinatos en treinta días.
6.66 asesinatos al día. Un número evocador. Pero como la pérdida de la vida humana no se puede fraccionar, 6.66 sube a siete.
Siete asesinados diarios.
En treinta días.
En la conferencia semanera, como les ha gustado llamar a muchos gobernadores guindas para emular las prácticas federales, el secretario general de gobierno de Sinaloa decidió hacer referencia al clima, a los días lluviosos, emulando la cara mas cruenta de Jacobo Zabludosvky, en lugar de dedicarle tiempo a 20 cuerpos que aparecieron la madrugada anterior con una singular deshumanización. 16 de esos cuerpos, todos con impactos de arma de fuego, estaban arrumbados en una camioneta al lado de un puente. Cuatro más de esos cuerpos colgaban decapitados del mismo puente.
Escribir las anteriores cuatro oraciones me pone el cuerpo en alerta y la piel se me eriza, solamente la imagen construida con letras me parece deleznable y siento que las palabras me atraviesan mientras prácticamente replico en esas oraciones las palabras de Marcos Vizcarra para su nota en El País sobre el hallazgo.
Hoy también es un día nublado en Mérida, Yucatán. Pero el cielo puede esperar, las noticias también, ante la avalancha de información que nos da pequeñas satisfacciones en nuestras pantallas, ¿cómo construir empatía ante el dolor ajeno? ¿cómo construir puentes emocionales a la distancia? ¿cómo dolernos con lo que sucede tan lejos de mí? ¿Cómo acercarme al dolor ajeno?
La necesidad de justicia en este país no pasa por que se puedan elegir a quienes la imparten, ni por tener a las personas aparentemente mas capacitadas, pasa por mecanismos de justicia social que no repartan dádivas, sino que rompan sistemas complejos y redituables de comercio ilegal, intervengan en la violencia que genera una guerra intestina entre los cárteles, y considere que los derechos colectivos tienen que seguir avanzando mientras se ejercen de manera efectiva en la cotidianidad.
Todas las personas que habitan este territorio, y que sufren múltiples violencias, poseen el derecho de vivir en paz. Por ello, ante toda la barbarie, solo en las pequeñas acciones encuentro la esperanza de un mundo mejor, como un par de tercos que informan la barbarie, una pareja de muralistas que viaja haciendo de los muros una denuncia o una iguana que vuela de la tercera cuerda. Donde voltees a ver hay un culichi, o una sinaloense, haciendo de este mundo un lugar mejor.
@RuloZetaka
Edición: Fernando Sierra