Opinión
José Juan Cervera
02/07/2025 | Mérida, Yucatán
Entre los editores que consagran su labor a difundir y recrear los valores de la cultura maya, algunos la orientan hacia la impresión de libros, pero otros además echan mano de publicaciones periódicas para llegar a un público más variado; son muchas las que han tenido presencia en el sureste mexicano en diversas épocas. Tal vez la más duradera ha sido Yikal Maya Than, que circuló de 1939 a 1955. Unas se caracterizan por ser bilingües y otras sólo de manera parcial alternan el castellano con la lengua materna; así pueden contarse las que dedican su contenido a aspectos específicos de este pueblo antiguo, y por otra parte se hacen notar las que abordan temas misceláneos relacionados con él.
En 1998 apareció el primer número de Sáansamal. Cada Día. Gaceta de Información Maya Peninsular, de periodicidad trimestral, abarcando los meses de octubre a diciembre de ese año. Su coordinación estuvo a cargo de Raúl Maldonado Coello (1944-2002) y Francesc Ligorred Perramon, el primero de ellos con una larga trayectoria editorial, el segundo con el prestigio de investigador forjado en su tierra catalana de origen, que le refrendó la comunidad académica de Yucatán en donde se estableció durante varios años. Su nota preliminar aclara que el nombre de la revista no pretende sugerir que saldría diariamente a la luz, sino que todos los días hay fuentes distintas que informan acerca de la cultura maya, y por ello se impuso la tarea de contribuir a divulgar en forma ordenada y sintética todo aquello que se vinculase con ella.
El objetivo general de la gaceta se dividió en dos vertientes: una que consistió en brindar noticias acerca de festividades tradicionales, ceremonias, conferencias, actividades artísticas, distinciones, cursos y coloquios, y otra que dio cuenta de libros recién editados en torno al tema de interés, sin dejar de lado la mención de otros órganos de prensa, sobre todo los que tenían afinidad con ella. Por ejemplo, hace referencia al boletín mensual del Centro Coordinador Indigenista de Sotuta, dirigido a niñas y niños con el propósito de fomentar el uso y la escritura de la lengua maya; o bien, Aajen Kaj (“Despiértate Pueblo”), revista elaborada en las comunidades de Chablekal, Xcanatún y Dzibilchaltún, que en noviembre de 1998 había alcanzado su número 80. Algunas más son: Saastun. Revista de Cultura Maya (de la Universidad del Mayab, coordinada por el antropólogo Michel Antochiw Kolpa); Aluxes (del Centro Cultural Cecijema, con sede en Pisté); La Palabra Florida (de la asociación civil Escritores en Lenguas Indígenas, entre ellos varios de origen maya); Anuario de Estudios Indígenas (de la Universidad Autónoma de Chiapas) y Mesoamérica (revista semestral del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica, editada en Guatemala). También registró publicaciones como Navegaciones Zur, del Centro Yucateco de Escritores, la cual dedicó su número 20 a la nueva literatura en lengua maya.
De la variedad de noticias que consignó, todas significativas en sí mismas, sobresale la visita a Cancún y Campeche de Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992; de esta índole es la conmemoración del 151 aniversario del inicio de la Guerra de Castas mediante un homenaje a Manuel Antonio Ay en Chichimilá y las ceremonias que el Centro de Cultura Maya Maakan Xok realizó en Tepich, Quintana Roo; dio a conocer también la VI Jornada de Medicina Indígena Tradicional que reunió en Peto, Yucatán, a participantes de ese municipio y de otros como Sotuta, Valladolid y Maxcanú. Refirió que una escultura de Chan Xib Chaac (“hombre rojo de la lluvia”) fue conducida hacia el cerro Santa Cruz, de Muna, en donde se efectuó una ceremonia de Cha’Chaac. En contraste, manifestó desconcierto ante la presentación de un cuadro de Hernán Cortés el 12 de octubre de 1998, entre los actos conmemorativos del Día de la Hispanidad (“No se sabe por qué motivo se eligió esa fecha históricamente reservada a las hazañas del navegante Cristóbal Colón”).
Muchos otros acontecimientos tuvieron cabida en las planas de Sáansamal, como los decesos del escritor e investigador de la cultura maya José Díaz Bolio, del maestro Pedro Hoil Calderón, quien fuera director de la Orquesta Típica Yukalpetén entre 1966 y 1986, y de Santiago Arana, gestor comunitario de Santa Elena (Nohcacab). Dio a saber la participación del maestro Carlos Armando Dzul Ek en la película inglesa El milenio, así como el descubrimiento de cuatro mascarones de estuco, en Acanceh. Resumió los pronunciamientos de intelectuales mayas en el Primer Congreso Estatal Cultura e Identidad Regional, quienes propusieron, entre otros puntos, constituir un órgano jurídico que garantice los derechos de las mujeres mayas.
El primer número de la gaceta fue tan bien recibido que en el siguiente la cantidad de sus páginas aumentó de 16 a 32. Sus portadas ostentaron fotografías de Christian Rasmussen, antropólogo que colaboró en muchos medios impresos con imágenes de buena factura. Esta iniciativa editorial propició redes de apoyo que cuajaron en proyectos de trascendencia social y es justo reconocer la exuberancia de sus frutos incluso en los días presentes.
Edición: Fernando Sierra