Opinión
Margarita Robleda Moguel
28/07/2025 | Mérida, Yucatán
La Sierra Tarahumara es una cadena montañosa en el estado de Chihuahua, con una extensión de (60 mil km) que contiene a innumerables barrancas, como la de Urique, que es la de mayor profundidad con mil 879 metros. A la de Sinforosa, con mil 830 metros de fondo se le conoce como la reina de las barrancas y se encuentra a solo 18 kms de Guachochi, considerado como la capital del mundo Tarahumara.
La Barranca de Batopilas, con mil 800 metros destaca por la riqueza de su mina y el hermoso pueblo que se fundó en el fondo de ella. A lomo de mula llegaron los muebles y pianos, así como los elementos para trabajar la mina cuya plata tenia que salir de la misma manera y con la protección adecuada en contra de los forajidos, estilo viejo oeste.
La Barranca de Candemeña tiene las dos cascadas más altas de México. Piedra Volada con 453 metros y Basaseachi, con caída de 246 metros.
En la Barranca del Cobre se encuentra el Divisadero Barrancas donde corre el tren Chepe entre Chihuahua y Los Mochis.
Cuando conocí Tonachi hace muchos años, lo vi como el pueblo de los arroyos y manzanas. La cascada cargada de agua es un regalo para visitantes y locales. En estos días la lluvia vistió de verde y alegría la zona, pero el granizo de mayo, tiró todas las flores de los duraznos, situación que nos dice que escasearán sus deliciosos frutos envasados.
Amo la sierra Tarahumara, y me duele el dolor de infinidad de historias de hogares rotos a causa del alcohol. No tengo capacidad de analizar las razones, pero la discriminación pesa, duele; los regalos no son la solución; la dignidad se logra como el descubrimiento de sus talentos y el fruto de su trabajo. Son las mujeres, las que sostienen el mundo, y es que este no se detiene, los hijos tienen hambre y ellas salen a buscar la tortilla.
La Sierra Tarahumara es la gran desconocida. Busco información para compartirla y no la encuentro. Las preguntas, como siempre, me brincan por montones. Cada vez escuchamos y leemos más sobre los rarámuris, hombres y mujeres de pies alados que llenan de sorpresa al mundo con su capacidad de volar sin tenis ni prendas sofisticadas.
En textos de fuera, encontré que don Victoriano Churo fue invitado en 1990 a un Ultra maratón de 160 kilómetros en California en el que el favorito era Ben Huan. Pero la sorpresa fue que el rarámuri de 50 años, calzando huaraches ganó la competencia y ese fue el momento en que el mundo descubrió a los hombres de pies alados.
Pedro Parra corrió 448 kilómetros en 64 horas en la prueba de Big Dog´s Barckyard en 2020, posesionándolo como el número cinco a nivel mundial.
Arnulfo Quimare le ganó en 2006 al mejor Ultra maratonista del momento, Scott Jurek, al final, no solo venció al campeón, sino que lo hizo descalzo, porque sus sandalias se deshicieron.
La familia Ramírez, abuelo, padre, hermano y hermanitas, todos corredores, motivaron a Lorena Ramírez Hernández, quien se dio a conocer en 2017 en el Ultra Trail Cerro Rojo, en una carrera de Ultra Fondo de 50 kilómetros, y se presentó ante el mundo, con sus guaraches, su ropa tradicional y sin equipamiento. Ha ganado cinco Ultra maratones de 100 kilómetros y abierto la puerta a otras muchas que a partir de su ejemplo están corriendo más allá de ir por azúcar o velas al otro lado de la barranca, como Candelaria Rivas Ramos, quien nos llenó de sorpresa, en este Ultra maratón de los Cañones 2025, al ganar la carrera de 63 kilómetros con un tiempo récord de 7 horas y 34 minutos. Lo más interesante es que ella nunca había participado y que después de caminar más de 14 horas desde su comunidad hasta Guachochi, llegó y compitió con sus guarachitos, su determinación y orgullo de sus abuelos y abuelas, llegando en primer lugar.
Lo triste del asunto es la falta de reconocimiento del talento rarámuri en su tierra, me costó trabajo encontrar su foto en el recuento de este 21 Ultra Maratón, ¿Por ser mujer, rarámuri o por ambas credenciales? Olvidan que son los rarámuris los que han puesto a Guachochi y a Chihuahua en el mapa deportivo mundial y ahora usan eso para atraer caos de manadas de RZR que llenan de ruido las comunidades, contaminan los arroyos con los aceites, y deshacen los caminos, de por si tan olvidados, como el de rumbo a Tonachi, sin que los hombres y mujeres de pies alados reciban algo a cambio.
@mrobleda
Edición: Ana Ordaz