Por: José Luis Preciado
Cuenta la mitología romana que una loba llamada Luperca fue la que amamantó y salvó de una muerte segura a Rómulo y Remo fundadores de Roma, cuando el rey Amulio ordenó que se les matara.
En pleno Siglo XXI existen miles de comunidades donde muchas mamás no tienen, no pueden o no quieren amamantar a sus hijos y lo hacen con un biberón lleno de Fanta o Sprite o cualquier otra gaseosa. Allí comienza “el placer del abejorro”.
Hay de niveles a dislates
Cuando la ignorancia y el fanatismo viajan en la misma vía, ocasionan percances inimaginables, la senadora morenista Jesusa Rodríguez representa una corriente radical de Morena que refleja en mucho la filosofía de la cuarta transformación, desaparecer a las instituciones que son la cuna y culpa de toda la corrupción que arrastró a este país a la barranca para luego sanar al pueblo bueno. Con este cuento llevamos dos años del reparto de culpas, tal parece que se contrató a una nueva administración para venga a decirnos que estamos mal aquí, allá, que estamos mal en todos lados, cuando eso ya lo sabíamos, justo por ello se votó por un cambio para resolver, proponer y enmendar una plana centenaria de oprobios sociales.
El avión presidencial es el trofeo más visible del combate a la corrupción: “Ni Obama lo tiene”.
En este pensamiento de primero los pobres, por que son más y duelen mucho, la senadora se le fue al cuello a la embotelladora trasnacional Coca Cola: “es un veneno y tiene que ser expulsada del país”. En un video compartido en redes sociales, Rodríguez lee algunos párrafos del libro Mala Leche de Soledad Barruti, desde allí liga a la gaseosa con la desnutrición y obesidad, “los niños que había empezado a consumir refrescos desde los cinco años, se habían convertido en adolescentes obesos y diabéticos, pero hasta que no aparece la enfermedad nadie piensa que hay algo de malo en la Coca Cola”, luego añade, “debe ser expulsada de México”. Apenas hace unos días Hugo López-Gatell, catalogó a los refrescos como “veneno embotellado”, situación que generó protestas y estrepitosas caídas económicas del sector refresquero del país.
Pongámosle seriedad al asunto
¿Cuándo este país con sus políticas públicas se ha preocupado por “esos venenos que matan a la población”? Históricamente siempre ha sido más fácil conseguir un refresco embotellado que agua potable, en cualquier otro país usted abre la llave y puede tomar con entera confianza agua del grifo, en México no. Hoy las refresqueras son dueñas de las gaseosas y ahora también tienen el monopolio del agua purificada.
¿Quiénes llenan los vacíos que deja el estado?
En cuanto a las refresqueras ser refiere, no buscaré defender a Coca Cola, ellos saben defenderse muy bien. Es México el país donde hacen el mejor negocio, -Yucatán número uno en su consumo-, así le suban más precios y peores impuestos, seguirán vendiendo lo que quieran, he visto a mamás amamantar con una Fanta a sus hijos de meses de nacido; por ello, prohibir, expulsar, anatemizar una marca no es la respuesta, sería más bien un problema adicional, mejor con esos impuestos a gaseosas, cigarros y otros venenos se pueden reforzar hospitales, campañas de prevención y atención, así como muchas otras formas de frenar el grave problema de obesidad, diabetes e hipertensión que tiene este país, fomentar el deporte, pero en serio no con faramallas o simulaciones como ocurre ahora, en este país un deportista de éxito es un paria que no tiene ni para comer.
No hay políticas públicas serias y responsables que pongan orden y coloquen en la prioridad estos temas de salud, por ello todos los vacíos se llenan con negocios rentables. Los gobiernos estatales presumen mucho sus caminos sacacosechas, y la verdad es que por esos caminos no salen cosechas, primero y antes que nada entran camiones de Coca Cola, Sabritas, Bimbo, Pepsi y todos esos dulces placeres que terminan por amarrarnos al potro de la misma muerte.
Edición: Enrique Álvarez
Dependemos en demasía de la electricidad; ¿qué pasa con esos rincones del mundo que viven en penumbra?
Rafael Robles de Benito
El instituto electoral deberá emitir una resolución al respecto
La Jornada
La censura intenta destruir la curiosidad humana, pero en los rebeldes, la alimenta
Margarita Robleda Moguel