Opinión
Normando Medina Castro
10/09/2025 | Mérida, Yucatán
Nadie debe estar por encima de la ley, en un sistema democrático todos estamos sometidos a la ley, la mayor perversidad no es incumplir la ley, sino someter a la ley, mediante la simulación, al servicio de ambiciones y pasiones personales.
La Reforma al Poder Judicial Federal ha sido pretexto para que en algunos Estados del país, los Tribunales de Justicia locales caigan no solo en gatopardismo de cambiar para que todo siga igual, sino en excesos burdos que al final de cuentas abonan en contra de la cuarta transformación y el movimiento obradorista.
Antes de la Reforma del Poder Judicial Federal, el Tribunal Superior del Estado de Quintana Roo. Gobernado por el Partido Verde y Morena, con migajas para el Partido del Trabajo, era no sólo presidido, sino dominado operativa y administrativamente por Heyden Cebada Rivas, quien era también presidente del Consejo de la Judicatura estatal que tenía a su cargo el manejo de la administración y las finanzas con su incondicional Rafael Ponce Pacheco, quien ahora preside el Órgano de Administración Judicial.
Con la Reforma al poder judicial federal en los Estados se eligieron a los magistrados que integrarían los Tribunales Superiores de Justicia estatales, el Tribunal de Disciplina Judicial y para independizar el aspecto administrativo y financiero, se creó el Órgano de Administración Judicial. Los tres entes del servicio público con independencia legal entre sí.
Heyden Cebada Rivas antes de la elección de Magistrados, creó una nueva Ley Orgánica del poder judicial del Estado, fue excepción en los lineamientos de la Reforma Federal y no se sometió a la votación su permanencia como integrante del “nuevo” poder judicial de Quintana Roo y una vez terminado el proceso los elegidos lo designaron presidente.
El 8 de septiembre, en el colmo de la simulación, Cebada Rivas instaló La Junta de Coordinación Judicial, que no existe en la reforma judicial federal, de la que fue proclamado presidente también y marcará las pautas tras bambalinas, del Tribunal de Disciplina Judicial y del órgano de Administración Judicial. Si eso fuera poco, el Órgano de Administración Judicial, por acuerdo general de sus integrantes “decidieron” que su sede estará en Cancún, para dar “·certeza jurídica y mayor capacidad de gestión a las nuevas instancias creadas en la reforma judicial”. El desaseo es tal, que se basan en la Ley Orgánica que creó el mismo Cebada Rivas, y pasan por encima de la Constitución General del Estado de Quintana Roo, que establece que la sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial estará en Chetumal, la capital de la entidad. Ningún reglamento puede ser contrario a lo dispuesto en la Constitución.
Antes de convertir Quintana Roo en Estado libre y soberano en 1974, el presidente de México de ese tiempo, Luis Echeverría Álvarez creó la zona libre de Chetumal para darle sustento económico, lo cual ocurrió plenamente. Después inició el proyecto de desarrollo turístico en Cancún. La zona libre de Chetumal desapareció en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y Chetumal perdió como sustento el comercio de importaciones, pero subsistió al ser asiento de los tres poderes. En los gobiernos del PAN-PRD de Carlos Joaquín y el actual del Verde-MORENA han golpeado a la empobrecida Chetumal, sin respeto a la historia, al arraigo, a su condición de capital, ni a la Constitución. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño Estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra