Opinión
Eduardo Lliteras
18/11/2025 | Mérida, Yucatán
Desde sus países de origen (Estados Unidos, Rusia, Canadá, entre otros) volaban hasta Italia y de allí se trasladaban a la ciudad de Trieste, en el norte del país de la bota hoy frontera con Eslovenia y puerta de entrada a los Balcanes, de donde los vuelos de la aerolínea serbia Aviogenex partían los viernes por la tarde rumbo a Belgrado. Desde la capital serbia viajaban rumbo a las colinas de Sarajevo, siempre bien protegidos por un equipo de militares y de miembros de los servicios secretos serbios. Ya instalados en lo alto de las colinas de Sarajevo, bajo asedio serbio, los hombres multimillonarios podían empezar a “gozar” del safari humano, disparando a niños, mujeres (generalmente escogían las más hermosas, hombres). Entre los cobardes cazadores de humanos, instalados en los búnkeres ubicados estratégicamente en lo alto de las colinas de Sarajevo, había también italianos. Se sabe, al menos, hasta ahora, de tres hombres originarios de las ciudades de Turín, Milán y Triestre, los que obviamente viajaban blindados y protegidos, disparaban sin temer consecuencia alguna en su integridad.
Según la información que circula en diarios italianos, "los ricos pagaban entre 250 mil y 300 mil euros por un fin de semana cazando a humanos en Sarajevo como francotiradores. Venían de todos los países occidentales, no se puede excluir a ninguno, a matar a civiles sin consecuencias penales", así lo dice el escritor italiano Ezio Gavazzeni quien apoyado por los abogados Nicola Brigida e Guido Salvini hizo la denuncia el pasado 28 de enero para solicitar la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía de Milán contra los "turistas de guerra". Tras presentar un documento de 17 hojas ante el fiscal Marcello Viola, se inició una investigación que encabeza el fiscal Alessandro Gobbis por asesinato con agravantes de crueldad y motivos despreciables. La investigación busca dar con el paradero de quienes participaron en la cacería de seres humanos en los Balcanes entre 1992 y 1995.
Por si fuera poco, también se investiga si los francotiradores italianos utilizaron la cobertura humanitaria: los envíos de ayuda humanitaria de la ONU, que partían de Milán para brindar alivio y consuelo a la población devastada por la guerra.
Sin embargo, las primeras informaciones de esta cacería cruel, cobarde e inhumana circularon por aquellos años de los noventa y fueron recogidas en el documental Sarajevo safari. Del director Miran Zupanic, se proyectó con gran éxito en el festival de documentales de Al Jazeera Balkans de 2022 en Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina.
En el documental se revela que personas ricas, occidentales y rusas pagaron grandes sumas de dinero a los militares serbios para que dispararan contra civiles musulmanes. De esa manera, "cazaron" a muchos civiles desde posiciones serbias armadas y bien protegidas con francotiradores.
Asimismo, el sitio web Sniper Alley y sus cuentas en redes sociales han recopilado fotos del asedio sufrido por Sarajevo, y especialmente de niños heridos o muertos, e invitan a quienes se reconozcan a sí mismos o a otros a compartir sus experiencias hasta la fecha. También cabe mencionar el libro Lungo il fronte (Infinito Edizioni), de Sergio Pilu, quien recorrió la región balcánica recogiendo testimonios e historias del horror de la guerra.
Se sabe que los servicios secretos italianos estaban al tanto de los francotiradores, también italianos, que pagaban por disparar a civiles en Sarajevo. Un testigo afirma: "Los servicios secretos bosnios se enteraron del 'Safari' a finales de 1993. Todo esto ocurrió en el invierno de 1993-94. Informamos al SISMI (los extintos servicios de inteligencia militar italianos) a principios de 1994". La respuesta del SISMI llegó dos meses después y fue significativa: "Descubrimos que el 'Safari' partía de Trieste. Lo hemos interrumpido y el 'Safari' ya no se llevará a cabo", señala la información publicada por el diario italiano La Repubblica.
A todo esto hay que añadir que los criminales y psicópatas que participaron en la cacería humana utilizaron de cobertura la misión de las Naciones Unidas respaldada por Italia: la UNPROFOR. La UNPROFOR fue la primera fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en Croacia, Bosnia y Herzegovina, Yugoslavia y Macedonia.
La oscura, secreta y criminal organización que vendió los “safaris” criminales en Sarajevo busca en el presente permanecer oculta: "Incluso hoy, los testigos sufren presiones de la inteligencia serbia para que mantengan toda la operación en secreto", añade un ex espía bosnio de nombre Edin Subasic.
Ahora se sabe que "la película iba a incluir una entrevista con un piloto que transportaba a los 'cazadores' de Belgrado a Bosnia y Herzegovina, pero antes de que comenzara el rodaje, se retiró porque agentes del BIA (inteligencia serbia) amenazaron con matar a toda su familia".
Cabe mencionar que Benjamina Karić, quien fuera alcaldesa de Sarajevo de 2021 a 2024, de treinta y cuatro años, activista del Partido Socialdemócrata desde la infancia, ha ofrecido su testimonio para dar fuerza a las investigaciones que buscan dar con el paradero de los italianos que participaron en la cacería humana en Sarajevo. Y de allí, quizá, saber los nombres de algunos de los involucrados alrededor del mundo.
Post Scriptum
En días recientes, la agencia de noticias italiana, Nova Press, despidió al periodista italiano, Gabriele Nunziati, por formular una pregunta "incómoda" a la Comisión Europea durante una conferencia de prensa.
Fue despedido tras preguntar a la Comisión Europea si Israel debería contribuir a la reconstrucción de Gaza, como exigen los gobiernos europeos en el caso del conflicto de Ucrania, a Rusia.
Evidentemente, no les gustó la pregunta. No la respondieron y después fue despedido el periodista. Todo sea por proteger al gobierno genocida de Israel.
Cajón de Sastre
El periodista bosnio Sefko Hodzic, uno de los primeros reporteros en documentar las denuncias sobre los llamados "turistas de safari" en Sarajevo, relata que recordó haber pasado cerca del Holiday Inn en 1995, donde vehículos de la UNPROFOR y unos veinte fotoperiodistas estaban reunidos, esperando el fuego de los francotiradores. La presencia de tantos fotógrafos le hizo preguntarse si algunos periodistas se habrían coordinado con los tiradores con la esperanza de capturar imágenes impactantes.
Hodnic, dice que se topó por primera vez con la noticia el 1 de abril de 1995, cuando el diario Oslobodjenje publicó un artículo en primera plana titulado Safari en Sarajevo. "Lo leí y al principio pensé que no podía ser cierto, que se trataba de algún tipo de disputa de inteligencia", recordó, dice la entrevista con el diario bosnio N1.
Edición: Estefanía Cardeña