de

del

¿Revolucionarios en Yucatán?

Noticias de otros tiempos
Foto: Avilés/Fotografía Guerra, Diario Yucateco, 5 de diciembre de 1911

Entre los eventos que la nación mexicana conmemora se encuentra el inicio de la Revolución que encabezó Francisco I. Madero, convocada para el 20 de noviembre de 1910 en el Plan de San Luis. El movimiento, como se sabe, triunfó a los pocos meses y su efecto inmediato fue la renuncia de Porfirio Díaz a la Presidencia, en la cual llevaba 26 años consecutivos. Luego vino la reorganización de la vida política nacional, que tuvo particularidades en cada estado.

En lo que respecta a la participación de Yucatán en el movimiento maderista, existe mucho de mitología y mucho por investigar; pero muy pocos, como Martha Medina Un o Allen Wells, se han atrevido a revisar los nexos entre las diferentes facciones y grupos familiares que se disputaban los cargos en el estado, así como sus estructuras de propaganda y sus correspondientes intentonas por vincularse con quienes ostentaban el poder político en la esfera nacional. Queda entonces mucho por averiguar en cuanto al período 1909 -1915 en el estado, pero también se necesita recurrir a testimonios directos y analizar todas las posibilidades de concatenación de los acontecimientos.

Precisamente, una visión de lo que habían sido los levantamientos “revolucionarios” en Yucatán apareció, curiosamente, cuando todo el país enfrentaba las consecuencias de “La Decena Trágica”, el golpe de Estado promovido originalmente por los generales Bernardo Reyes, Félix Díaz y Victoriano Huerta. Se trata de un artículo publicado en un semanario que, dada la época, debió durar muy poco, puesto que dejaba ver que su redacción estaba formada por gente cercana al asesinado vicepresidente José María Pino Suárez.

En efecto, el semanario El Voto llevaba como epígrafe el lema “Sufragio Efectivo. No Reelección”. En el número correspondiente al 3 de abril de 1913, Antonio Ancona Albertos, quien pocos años después formaría parte del Congreso Constituyente y una década más tarde sería diputado federal por el Partido Socialista del Sureste, publicaba un artículo titulado “La situación en Yucatán. La eterna farsa de las coronelas. La popularidad de Moreno Cantón”. 

El fondo del texto es un intento por desmentir la idea que se propagaba en la Ciudad de México sobre la posible candidatura de Delio Moreno Cantón para gobernador del estado, y “el pretendido movimiento rebelde iniciado en el Partido de Valladolid, a favor del General Félix Díaz”. Según Ancona Albertos, “ambas son mentiras que importa destruir, para decoro del propio Estado”.

El autor se refería a “La historia de la rebelión iniciada el 20 de febrero último por el iconoclasta Miguel Ruz Ponce” [quien fue uno de los jefes de la supuesta “primera chispa de la Revolución”, en Valladolid] y que le parecía una farsa que se repetía una vez más en la historia reciente de Yucatán. Como antecedente, Ancona refirió que durante la campaña de 1909, Delio Moreno optó por no unirse al movimiento nacional antirreeleccionista y, en voz de uno de sus principales colaboradores, Carlos R. Menéndez, “declaró que ellos [los morenistas], antes de combatir la candidatura de don Porfirio, preferían retirarse de la lucha”.

Siguiendo su argumentación, Ancona Albertos refirió que, “Después de firmados los tratados de C. Juárez, cuando todo el mundo sabía que Madero había triunfado, Moreno Cantón ordenó a uno de sus más insignificantes paniaguados, Manuel Mendoza Rosado, que fuera a la finca ‘Uxmal’ a levantarse, aprovechando el descontento que, por cuestión de jornales, habían manifestado días antes los sirvientes de la hacienda. Allí, Mendoza Rosado se declaró Coronel maderista y su primer paso ¡valiente revolucionario! fue pedir entrar en negociaciones de paz con el gobierno. Pocos días después entraba a Mérida, victorioso y sin soldados, el Coronel Mendoza Rosado. Y para darse cuenta de la seriedad que se le concedió a ese levantamiento, baste decir que  desde entonces, y hasta la fecha, se conoce a Mendoza con el mote de la Coronela”.

El objeto de la farsa, seguía Ancona Albertos, era “hacerle creer a la Revolución triunfante que Delio Moreno Cantón y sus partidarios eran maderistas capaces de levantarse, y el segundo combatir la candidatura de Pino Suárez que ya empezaba a propagar, como un legítimo premio a su labor de revolucionario”.

Resulta notorio que el referirse en femenino al “coronel” era una expresión denigratoria; algo que estuvo muy arraigado durante el siglo pasado. Ahora, la caracterización de los movimientos “revolucionarios” resulta un reto porque, en efecto, quien quiera distinguir a quienes sí buscaban una transformación del país de quienes solamente pretendían un cambio de personas en el gobierno local, debe prestar atención a muchos datos; pero eso es materia… de la historia.



Lea, del mismo autor: Una historietista casi anónima

Edición: Estefanía Cardeña


Lo más reciente

Lluvias e inundaciones azotan refugios en Gaza; se agravan condiciones de vida

Hamas cifró las pérdidas ocasionadas por el temporal en unos 4.5 mdd

Reuters

Lluvias e inundaciones azotan refugios en Gaza; se agravan condiciones de vida

La mexicana Fátima Bosch gana Miss Universo 2025

Veena Praveenar, de Tailandia, quedó en segundo lugar y la venezolana Stephany Abasaly en tercero

Efe

La mexicana Fátima Bosch gana Miss Universo 2025

¿Revolucionarios en Yucatán?

Noticias de otros tiempos

Felipe Escalante Tió

¿Revolucionarios en Yucatán?

Más de 600 bebés sufrieron violencia sexual en Francia en 2024

En total, 73 mil 992 víctimas de abuso fueron atendidas el año pasado

Efe

Más de 600 bebés sufrieron violencia sexual en Francia en 2024