Opinión
Ulises Cortés
29/12/2025 | Ciudad de México
En los caminos yacen dardos rotos,
los cabellos están esparcidos.
Destechadas están las casas,
enrojecidos tienen sus muros.
Anónimo
En el año 1521 cae la ciudad de Tenochtitlan ya arrasada por el ejército comandado por Cortés, la superioridad tecnológica de armas y máquinas de guerra nunca vistas, las epidemias y el cambio en la lógica de la guerra derrotan a los defensores de la ciudad. Los poetas que sobreviven la debacle de su mundo lloran así su pérdida en poemas llamados icnocuícatl o cantos tristes:
Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe, / y era nuestra herencia una red de agujeros. / Con los escudos fue su resguardo, pero ni con escudos puede ser sostenida su soledad. *
En 2025, cinco siglos después, los niños y jóvenes gazatíes, no me cabe duda, malviven en una tierra arrasada, donde destechadas están las casas y su herencia es una red de agujeros tallada por las balas, bombas y mísiles de un ejército invasor -armado con la mejor tecnología militar disponible- que está perpetrando un genocidio, aún después de haber impuesto eso que llaman de manera cínica: la paz. Según las cifras oficiales, en este periodo de impase han muerto otros cuatrocientos seres humanos, arrastrados por prisa o la bala de otro hombre.*
Hoy, ante la llegada del invierno, el invasor condena a los gazatíes a otro tipo de muerte, esta vez por frío. Para expulsarles recurren a todo tipo de crueldades y sus poetas, los que sobreviven, ponen voz al dolor sufrido y por sufrir:
Este silencio, este letargo me aterra,
cómo la palidez proyecta su larga sombra, me asusta, como si fuera todo lo que queda
de los cadáveres,
abrazándome,
enroscándome... ¿debería caminar por la ciudad de los muertos?*
Por eso, para no olvidar, para no olvidarles, hay que tener valor civil y alzar la voz y que la vocinglería que nos viene del Norte, con su retórica y sus altavoces desinformadores, no nos permita olvidar que hay otras guerras y que aparecen en Ucrania y Sudán otras redes de agujeros que cobijan la desnudez, indefensión y el abandono al que condenamos a otros humanos con nuestro silencio. Nuestros silencios no son neutrales: alimentan la indiferencia que perpetúa estas catástrofes. Al priorizar unas víctimas sobre otras, de alguna manera, negamos la universalidad del sufrimiento de nuestros congéneres.
Las redes de agujeros no solo son físicas: representan el éxodo de millones, el hambre invernal y la pérdida de un futuro entero, mientras el mundo oscila entre condenas y fatiga informativa. Antes de estas fiestas, recordar Gaza, Ucrania, Sudán o tantos otros puntos en conflicto no es solo recuperar la memoria histórica, sino un imperativo ético y legal: es romper el letargo para que ninguna red de agujeros quede huérfana de justicia. Solo así honramos a los ciudadanos anónimos que, desde las cenizas, las sombras y la destrucción siguen alzando la voz.
Ulises Cortés. Catedrático de Inteligencia Artificial de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Coordinador Científico del área del Inteligencia Artificial CS@BSC. Miembro del Observatori d’Ètica en Intel·ligència Artificial de Catalunya y del Comitè d’Ètica de la Universitat Politècnica de Catalunya. Es miembro del comité ejecutivo de EurAI. Participante como experto de México en el grupo de trabajo Data Governance de la Alianza Global para la Inteligencia Artificial (GPAI). Doctor Honoris Causa por la Universitat de Girona.
* León Portilla, Miguel. "La visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la Conquista" (2021). UNAM.
*Torres Bodet, J. (1938). Civilización. En Sin tregua. Fondo de Cultura Económica.
*Poetas palestinos, We Have Been Here Forever, Internationale Online https://www.internationaleonline.org/contributions/we-have-been-here-forever-palestinian-poets-write-
back/
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Edición: Estefanía Cardeña