Si bien la educación a distancia, también conocida como educación online, en línea o remota, es una forma innovadora de enseñanza-aprendizaje que traslada la clase tradicional y presencial al mundo digital, este tipo de formación requiere necesariamente de computadora y señal de Internet. Ante estos requerimientos fundamentales, México no podría aprovechar esta forma educativa, ya que no todos los estudiantes de educación primaria y secundaria cuentan con un equipo de cómputo personal, ni en todas las regiones del país hay señal de Internet.
Si en México existieran las condiciones esenciales para la educación a distancia, los estudiantes tendrían diversas ventajas, como acceder a los contenidos y las clases desde cualquier equipo de cómputo y en cualquier lugar; también aprenderían tanto de sus profesores como de sus compañeros; desarrollarían autonomía y responsabilidad al elegir cómo estudiar y adaptar sus tiempos, y hasta serían protagonistas de su formación en el marco de un aprendizaje activo y participativo.
Hasta hace poco, la educación a distancia tenía un carácter compensatorio, es decir, estaba destinada a estudiantes que no tenían la posibilidad de asistir a clases presenciales; sin embargo, la extensión social de las tecnologías de la información y la comunicación, así como la ampliación del concepto de educación como un proceso que se extiende a lo largo de la vida, han contribuido a que surja una alternativa a la educación presencial.
Ahora bien, ¿la Secretaría de Educación Pública (SEP) logrará operar con eficacia la educación a distancia en medio de la pandemia que afecta al país y el mundo? No del todo. En primer lugar, porque las familias no cuentan con equipos de cómputo suficientes para todos sus hijos estudiantes; en segundo lugar, existen regiones donde no hay señal de Internet. Aunque para compensar las dificultades que tendrían muchos estudiantes ante la opción de la educación a distancia, la SEP transmitirá las clases a través de la televisión abierta.
Sin embargo, la opción de la televisión como medio para la educación a distancia no será lo mejor, por el contrario, será peor que a través de la Internet (sin señal en el 50 por ciento del territorio nacional y sin los equipos suficientes en cada hogar). A pesar de que serán canales de la televisión abierta, la señal no llegará a muchos lugares. Se necesita de retransmisión mediante los canales locales o de sistemas de televisión de paga, que incluye todos los canales de la televisión abierta.
Sin interactividad
Otra ineficacia de la educación a distancia a través de la televisión abierta está en la imposibilidad de que las clases impliquen la interactividad, que es la característica más importante de las tecnologías de información y comunicación en el campo educativo, la cual permite el necesario intercambio de información entre el estudiante y el equipo de cómputo. Sin esta condición, será imposible asegurar que los alumnos alcancen los objetivos de aprendizaje. Sin la interacción, que no es posible introducirla en la televisión, la educación sería reducida a la mera información, como sucede con los documentales.
Ante este desolador panorama de la educación a distancia a través de la televisión, es posible anunciar desde ahora su fracaso en términos de los contenidos educativos y los objetivos de aprendizaje. Lo más lamentable es que las autoridades no se dan cuenta de este error, a menos que sólo sea una simulación. Y más lamentable será que el atraso escolar ocasionado repercuta en los siguientes cursos de los estudiantes.
Edición: Ana Ordaz
El itinerario incluye danzas y números musicales
La Jornada Maya
El evento fue presidido por Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán
La Jornada Maya
Los imputados eran madre y padrastro de la víctima
La Jornada Maya
Gobernanza y sociedad
La Jornada Maya