Foto: Netflix
Quizá el saldo más significativo del confinamiento al que nos ha obligado la pandemia sea la falta de cercanía de los seres con quienes compartimos rutinas, objetivos, gustos, aficiones, afectos y hasta obsesiones.
En compensación a la proximidad que nos ha arrebatado el virus, hemos recuperado la fecundidad de la conversación, a través de las plataformas tecnológicas como Zoom; esa costumbre de la charla directa, cara a cara, que habíamos perdido, paradójicamente, con el desmedido uso de los teléfonos celulares.
La mudanza de la redacción de La Jornada Maya al terreno del home office, ha hecho de nuestras reuniones diarias de evaluación las más puntuales que hemos logrado en los ya cinco años de vida de nuestro entrañable diario, y no hemos sido la excepción en cuanto a entregarnos cotidianamente a contarnos cuál ha sido la serie o película que más nos ha gustado o conmovido de la inmensa oferta del streaming que el encierro nos ha hecho descubrir.
Hemos querido hacer extensivas a nuestros lectores tales recomendaciones, porque estamos convencidos de que si congeniamos en gustos, eso nos da la oportunidad de compartir; es decir, de encontrar las cosas que tenemos en común y fortalecer nuestros lazos.
A falta de las expresiones presenciales de nuestros afectos, saber que fuimos testigos de imágenes, música o historias que movieron nuestras emociones al unísono, puede representar, por qué no, un abrazo a la distancia.
Nuestra recomendación de la semana es Pienso en el final (I’m thinking on ending thins), cuya sinopsis indica: Nada es lo que parece cuando una mujer, repleta de dudas sobre su reciente relación amorosa, acompaña a su novio a un viaje en carretera.
Dirigida por Charlie Kauffman, Pienso en el Final está estelarizada por Jessie Buckle, Jesse Plemons, David Thewlis y Toni Collete.
Edición: Ana Ordaz
Especial: Fauna Nuestra
Gabriel Graniel Herrera
Aspirantes tuvieron la oportunidad de exponer sus principales propuestas de gobierno
Astrid Sánchez / Rodrigo Medina
Para ello, la aspirante propone un crecimiento del PIB aunado a los programas sociales
La Jornada