Retorno de la ciudad bicicletera

Eduardo Lliteras Sentíes
Foto, Gerardo Jaso
La Jornada Maya

2 de noviembre, 2015

Hace años Berlín me sorprendió no sólo por la limpieza de la ciudad o por el hecho de que el metro (el U Bahn) no tuviera torniquetes para ingresar, sino por la calidad de los alimentos; a la vanguardia en vegetales orgánicos, y el altísimo nivel de vida que se ve por todos lados. La meticulosa separación de basura –metales, vidrio, papel, orgánico y plásticos -en los lugares públicos; es decir, con ayuda de los ciudadanos, también llamó mi atención, al igual que la diversidad étnica en sus calles y parques; en una ciudad que aún guarda cicatrices de la Segunda Guerra Mundial a manera de reliquia y de ominoso recuerdo. En particular disfruté los itinerarios turísticos en bicicleta por Berlín, que ofrecen visitas guiadas al Muro, el centro de la ciudad, los palacios prusianos o la capital de noche. Todo en varios idiomas y en la seguridad de ciclovías exclusivas para los ciudadanos y turistas en calles en las que, además, está controlada la velocidad de quienes conducen. Esto forma parte del paquete turístico de Berlín. ¿Podríamos imaginar algo semejante en Mérida, con fuentes que funcionen y parques convertidos en oasis, en donde la cultura, la bicicleta y el solaz de la poesía se mezclen, se crucen? Hay que preguntarle a Mauricio Vila.

Por lo pronto, viendo parte del itinerario de trabajo del alcalde de Mérida en la ciudad de Berlín, adonde viajó invitado por el gobierno de Alemania que cubrió todos los gastos, no puedo dejar de pensar que al primer edil meridano le dará mucha envidia ver los sistemas de transporte, de reciclado de basura o de generación de energía de una capital como la de Alemania, la nación más próspera del Viejo Continente, y locomotora de la economía de la Unión Europea.

Vila visitó, entre otros, el Ministerio Federal de Transportes e Infraestructura Digital, así como el Departamento de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Senado de Berlín o la empresa municipal encargada de la limpieza. También visitó el parque Tempelholf, en lo que era el tercer aeropuerto de Berlín, zona hoy reconvertida en gran pulmón y punto de recreo para los ciudadanos, que rechazaron convertirla en un área habitacional más. ¿Qué tal si algo así se hubiera hecho en los terrenos de la ex siderúrgica, en lugar de entregar esos terrenos para otra plaza comercial en el norte meridano?

La bicicleta: no faltó e incluyó la Academia de la Bicicleta. Sí, Academia, y con mayúsculas, dedicada al tema de la movilidad urbana en dos ruedas. Porque en Berlín la bicicleta es tomada muy en serio por las autoridades de todos los niveles, particularmente de la ciudad.

Escuchando todos estos temas, uno piensa que serán muchas las cosas que el alcalde de Mérida estará pensando, que se le estarán ocurriendo y seguramente le habrán propuesto en Alemania. Lo digo, porque no creo que las autoridades del alemanas y de la ciudad de Berlín hayan invitado nada más al alcalde de Mérida (y de otras dos ciudades del país) a que miren para darles envidia. Me imagino, y espero (esperamos muchos ciudadanos de Mérida) que del viaje salgan proyectos de colaboración en muchas de las materias abordadas.

Tomemos, por ejemplo, el tema del fomento al uso de la bicicleta en Mérida. Tema vinculado a la seguridad vial y a la gestión del tráfico y a los reglamentos de tránsito, así como a la educación vial.

Particularmente en estos temas, estamos en la lona. Para decirlo con claridad: en Mérida no hay educación vial. Es inexistente.

Y el problema va más allá. Todos estos temas influyen en la comercialización de una ciudad y en su desarrollo turístico; es decir, en su crecimiento como destino turístico. Si queremos tener más turistas en la capital de Yucatán –y en el estado- habría que comenzar por transformar a la ciudad desde sus vialidades para hacerla más atractiva al turismo. No poco acogedora y amigable con el peatón y el ciclista, como ocurre ahora.

En las cámaras empresariales de Yucatán hay preocupación por los atrasos en los pagos a proveedores del gobierno del estado, ya que afecta tanto a afiliados como no afiliados a ellas. Como explica Álvaro Mimenza Aguiar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), no se quiere que se repita lo mismo que ocurrió con la pasada administración estatal, que llegó a atrasarse más de un año e inclusive dos, obligando a cerrar a numerosas empresas en Yucatán.

Sin embargo, el presidente del CCE fue enfático en señalar que hay diálogo con diversos funcionarios del gobierno, incluidos, el secretario general de Gobierno, Roberto Rodríguez Asaf, y el mismo Alfredo Dájer, secretario de Administración y Finanzas.

Hasta ahora, el problema afecta a empresas afiladas a la Canirac, Canacome y Coparmex, entre otras, puntualizó Mimenza, quien también señaló que hay empresas a las que se les adeudan más de tres meses.

Hay que señalar, sin embargo, que el atraso de pagos a proveedores afecta también a empresas y empresarios que no están afiliados a dichas cámaras. Y no se circunscribe al gobierno del estado, sino que incluye al Congreso de Yucatán, por ejemplo. La situación que heredó la anterior legislatura a la nueva presidente, Celia Rivas, es de muchas deudas y pocos recursos. Pero no hay explicación al respecto.

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