de

del

Gloria Serrano
La Jornada Maya

8 de octubre de 2015

Sucedió en Mérida, Yucatán, por las calles del centro tan poco frecuentadas por quienes viven en el norte o en el sur de la ciudad. En el barrio de Santiago, la noche del viernes 2 de octubre, a eso de las 22:30 horas, en un lugar que se llama Tapanco Centro Cultural, A.C., que está en la esquina de la calle 68 por 47 y que esa noche fresca, como son las noches durante los otoños yucatecos, se convirtió en [i]La Tucha Cabaré[/i] y recibió a Roberto Franco, el actor, y a Dody Maleanta, el personaje. Era una habitación de tamaño regular, en penumbras, con un músico joven tocando el acordeón y alrededor un público a la expectativa que consumía la escena mientras tomaba cerveza y comía botanas.

Transcurrieron poco menos de diez minutos antes que Dody apareciera –seductora, seductor– vistiendo un traje negro, de cola de pingüino con destellos dorados en la solapa del saco, camisa blanca y corbata rosácea con la estampa de Marilyn Monroe sonriendo. Sus zapatos plateados, de tacón alto y cubiertos de plumas blancas, la o lo hacían caminar con el temblor y la cautela de quien camina sobre un puente colgante a punto de desplomarse. Así, de barba y bigote, maquillada, maquillado, pestañas largas, cejas delineadas al estilo de Greta Garbo pero agigantadas, y la pasión también agigantada como la de Greta Garbo en Mata Hari (1931), comenzó a interpretarse y suscitar toda clase de deseos en su audiencia.

Acompañada por la música de Chalo Cárdenas, el acordeonista, Dody cantó, bailó y rememoró con carácter bromista su afeminada infancia, contoneándose con la delicadeza de su admirada Rita Haytworth y bebiéndose una caguama como perfecto juerguista gamberro, como si se tratase de Errol Flynn, el [i]playboy[/i] de occidente y el mito de Hollywood en las décadas de los treinta y cuarenta, haciendo el papel de Errol Flyn. Una irónica dualidad que divirtió y al final reventó los aplausos y vítores del público que lo miraba con simpatía y complicidad, no obstante que Yucatán presenta un alto índice de crímenes por homofobia y discriminación por la orientación sexual, dicho por Jorge Fernández Díaz, el asesor jurídico de Indignación, A.C., asociación que “promueve los derechos humanos desde una perspectiva integral, pluricultural y de género”, a [i]La Jornada Maya[/i].

Sucedió en Mérida, Yucatán, por las calles del centro tan poco frecuentadas por quienes viven en el norte o en el sur de la ciudad. En Itzimná, el sábado 3 de octubre, en el Club Rotario de Mérida, en el número 109 de la Avenida Rotarismo Internacional. Fue la segunda edición de Mambo, bazar y picnic. En una casona antigua semi pintada de color marrón claro y con un amplio frente, se instalaron diversos puestos para la venta de artículos tan variados como los que sólo pueden encontrarse en un tianguis, palabra que viene del náhuatl “tiyanquiztli” y significa mercado; en mercadillos como se les dice en España, en mercados de pulgas ([i]flea market[/i]) como se conocen en los Estados Unidos o en tilicheras, como se les nombra en Costa Rica.

Mambo, bazar y picnic, ofreció un heterogéneo catálogo de productos: pinturas y dibujos, objetos decorativos para el hogar, accesorios y joyería, playeras con la imagen de Frida Kahlo, tazas y vasos personalizados, cerveza artesanal, prendas de vestir nuevas y de medio uso, antigüedades, pequeñas bolsas hechas con material reciclado, alimentos orgánicos, mercancías de la región, cosméticos y suplementos alimenticios naturales, aplicación de tatuajes de henna, plantas ornamentales y regalos. También hubo música, comida casera y un [i]foodtruck[/i] negro con el logotipo Brooklyn Bites, uno de los más de 30 furgones acondicionados para vender viandas que se han esparcido por distintos puntos de la ciudad, según datos de la Canirac Yucatán.

Mambo, bazar y picnic, es un proyecto como muchos otros, tataranieto del ingenio mexicano, de lo precario de la economía o de un modelo económico excluyente y –por supuesto– de la ineficacia o carencia de políticas públicas que promuevan el consumo de lo que producen los habitantes en sus comunidades. El domingo atardeció y los pequeños comerciantes permanecieron anclados a sus posiciones, esperando que el olor a hamburguesas atrajera el olfato y la vista de otro paseante, de un comprador a quien azuzar, de una posibilidad más de mostrar su trabajo y venderlo. Todo esto sucedió, sucede en Mérida, Yucatán, por las calles del centro tan poco frecuentadas por quienes viven en el norte o en el sur de la ciudad.

Jaime García Márquez, hermano del autor de la novela 100 años de soledad y Premio Nobel de Literatura 1982, le dijo al cronista colombiano Alberto Salcedo Ramos que en cierta ocasión cuando el Gabo, su Gabito, le preguntó qué era la cultura, él respondió: “cultura es la respuesta que el hombre da a lo que le ofrece su medio. Cultura es la huella que dejamos en la tierra”. Jaime además piensa que la pobreza estimula la inventiva. Yo creo que la lectura, los libros y dar a conocer estas historias, también.


Lo más reciente

Hoteleros de QRoo contratan hasta 300 personas para recolectar sargazo

Confían en que las autoridades coloquen correctamente las barreras

Ana Ramírez

Hoteleros de QRoo contratan hasta 300 personas para recolectar sargazo

Un 'Google Maps' prehispánico: Hallan 83 albarradas en obras del Tren Maya en Quintana Roo

Entre los materiales recuperados en el tramo 6 hay bolsas con piezas cerámicas y metates

La Jornada Maya

Un 'Google Maps' prehispánico: Hallan 83 albarradas en obras del Tren Maya en Quintana Roo

Jubilados del IMSS en QRoo continúan protestas; exigen pago por cesantía y vejez

Señalan que el dinero corresponde al 60 por ciento de lo que tenían ahorrado en sus Afores

Ana Ramírez

Jubilados del IMSS en QRoo continúan protestas; exigen pago por cesantía y vejez

Superpeso influirá en el reparto de utilidades a empleados: CCE del Caribe

La actividad económica y turística permite que se cumpla con este pago, confió Eduardo Martínez

Ana Ramírez

Superpeso influirá en el reparto de utilidades a empleados: CCE del Caribe