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La Jornada
16/09/2025 | Ciudad de México
Arturo Cano
Unos minutos antes de las once de la noche, la Banda El Limón terminó su actuación y en el Zócalo la gente siguió bailando y tarareando las rolas.
Siguieron los chiflidos, los gritos relajientos y el Himno Nacional. La cámara enfocó el cuadro de una heroína de la Independencia y, luego, la espigada figura de la presidenta Claudia Sheinbaum acompañada de su esposo, el mazatleco Jesús María Tarriba.
Foto: La Jornada
La ceremonia cívica tuvo rostro de mujer, y no sólo por quien la encabezó. Nuevos nombres de mujeres fueron incorporados al repertorio de los "vivas" y Sheinbaum dejó claro su sello al nombrar a doña Josefa Ortiz con sus apellidos de soltera.
La primera presidenta hizo un grito sobrio, breve y acorde al relato de los tiempos. Incorporó al listado mujeres no nombradas, heroínas anónimas, soberanía, libertad y un mínimo homenaje a los maltratados migrantes.
La plaza estaba llena.. La multitud en el Zócalo lanzó vivas con el mismo entusiasmo con el que había gritado -que no cantado- las rolas de la Arrolladora Banda El Limón.
"¡Felipe Calderón!"', gritó un hombre, nomás por echar relajo, y le respondieron con mentadas. "¡Viva la 4T!", siguió otro que no obtuvo insultos aunque tampoco seguidores.
A las 11 con cuatro minutos, la parte central de la ceremonia había concluido. La presidenta agitaba la bandera mientras en el sonido rugía Lucha Reyes.
El cielo se iluminó y todo mundo miró las brillantes luces en el cielo. Abajo, al centro de la plaza, varios jóvenes seguían agitando otras banderas tricolores: las de Palestina, al lado de las mexicanas.
Foto: La Jornada
Edición: Mirna Abreu