Batazos y tacleadas

Antonio Bargas Cicero
Foto: Jam Media
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 11 de noviembre, 2016

Olvídese de seguir curando las heridas del 7-0. O de la revancha del que parece un eterno 2-0. La selección nacional de futbol está hoy ante una gran oportunidad de dar un golpe que iría más allá de lo deportivo. Un golpe que valdría mucho para miles de mexicanos. Un golpe de orgullo y dignidad. La elección de Donald Trump a la Casa Blanca, que todavía es difícil de creer, genera un escenario único y especial para el partido de esta noche en Columbus entre Estados Unidos y México, en el arranque del hexagonal de la Concacaf. Ahora está en juego más que tres puntos o romper la maldición en Ohio. Trump llamó a mexicanos violadores y criminales; amenaza con deportar a millones de migrantes indocumentados y abandonar el Tratado de Libre Comercio. Su discurso fascista y de odio es una amenaza para el planeta, y sobre todo para nuestro territorio. Quiere construir un muro -confío en que no sucederá porque la cordura e inteligencia se impondrán en Estados Unidos- y dice que lo vamos a pagar. ¡Qué locura!

Ningún resultado hoy cambiará la incertidumbre y miedo sembrados por el multimillonario, pero un triunfo del Tricolor, nada más y nada menos que en Ohio, donde Trump ganó por casi nueve puntos (como bien apuntó el periodista Gran Wahl), puede mandar un mensaje fuerte acerca de mentalidad, dignidad y orgullo. Ojalá el equipo de Osorio muestre el corazón y compromiso que le faltó ante Chile. Tiene razones de sobra para poder acabar con su espantosa historia en Columbus (cuatro reveses en otros tantos juegos; ocho goles en contra, cero a favor); un grupo repleto de talento que se desarrolla en Europa; profundidad; está el mejor equipo que se puede tener -incluyendo a un Carlos Vela en buen momento-, y hombre por hombre la selección supera a la estadunidense. En el beisbol México ya lo consiguió: dos victorias en tres enfrentamientos a domicilio ante Estados Unidos en el Clásico Mundial. Es el momento de que se logre en futbol. Es el momento ideal para dar ese paso importante.

Hablando de futbol local, los Venados, desde que perdieron por marcador combinado de 9-0 frente a Celaya y Mineros, ganaron cinco de ocho encuentros y sólo perdieron dos. No alcanzó para la liguilla, pero José Luis Sánchez Solá se ganó tener continuidad en el timón. Para regresar la protagonismo los astados necesitarán también una adecuada planeación, que no hubo antes de este torneo, lo que dejó al equipo muy frágil. Falta más gol y mejor defensa. A poco se aspira aceptando 33 goles y anotando 19.