Tesoro de Chetumal

Juan A Xacur M
Foto:Alexandre Martinazzo vía Flickr
La Jornada Maya

Miércoles 24 de agosto, 2016

El Museo de la Cultura Maya abrió las salas de exposiciones temporales, el auditorio, las oficinas y las áreas comunes, el 4 de abril de 1993, fecha de su inauguración en Chetumal. Fue hasta el 14 de septiembre de 1994 que la sala permanente se abrió al público.

La construcción que hoy ocupa el Museo, fue propiedad de la Comisión Federal de Electricidad. Data de 1940 y comprende una superficie de cerca de diez mil metros cuadrados. Funcionó durante varios años como planta generadora de energía eléctrica que alimentaba tanto a Chetumal como a los poblados de Huay Pix, y Calderitas.

Esta construcción, localizada en el centro comercial de la ciudad, fue adaptada y acondicionada para albergar al Museo, el cual está distribuido alrededor de un jardín central, flanqueado por altos y amplios corredores que dan acceso a las salas de exposiciones temporales, auditorio, oficinas, bodegas, sanitarios y otros servicios. En el centro del jardín hay una enorme ceiba y además se exhibe una réplica de una vivienda maya actual, con su mobiliario y entorno tradicional.

Arquitectónicamente, la sala permanente tiene tres niveles que permiten un recorrido a través la cosmogonía de los mayas prehispánicos: la vida terrenal, el inframundo y la bóveda celeste, siempre girando en torno al yaxché o ceiba sagrada, estilizada. Una gran selva cruza diagonalmente la gran sala en sus tres niveles; la música ambiental es clásica, el adagio para clarinete de Mozart, acompañada de sonidos de aves y monos aulladores. El recorrido normal de la sala permanente tiene una duración aproximada de una hora y media.

[b]Servicios[/b]

El museo ofrece visitas guiadas en español, inglés y maya; oficina de servicios educativos; cuatro salas de exposiciones temporales; aula de usos múltiples; auditorio con capacidad para 128 personas, tienda, sanitarios y estacionamiento.

[b]Museografía[/b]

La sala permanente está dividida en ocho estaciones: El Mayab y su gente, Entre la Montaña y el Mar, El lugar de los tronos y sitiales, Los hombres del maíz, La cosmovisión, La sabiduría de los antiguos, Los extranjeros, y El ocaso del mundo.

El Mayab y su gente. Un panel ofrece una explicación del surgimiento, desarrollo y decadencia de la cultura maya; en un mapa, la ubicación geográfica. El entorno ecológico, la fauna y la flora, desde las selvas bajas y litorales hasta las Tierras Altas de Chiapas y Guatemala, se muestran a través de videos. Los tipos físicos y vestimentas de los mayas se observan en las figurillas, cerámicas y mascarones expuestas en una gran vitrina. Asimismo, en esta estación se aprecian las características físicas de los mayas, y una explicación de las 24 lenguas que se han identificado en el Mayab, incluido el huasteco o tenec, del norte de Veracruz.

Entre la montaña y el mar. A través de estelas, videos interactivos, maquetas e ilustraciones, el visitante puede conocer la relación que estableció el hombre y la mujer maya con la naturaleza y su tecnología. En este espacio destaca un enorme piso transparente —sobre el que se puede caminar— bajo el cual se encuentran reproducciones de algunas ciudades mayas y su entorno, que reflejan diversos aspectos de la cultura, no solamente desde la perspectiva tecnológica, sino también del orden cósmico y la estructura social.

El lugar de los tronos y sitiales. En esta estación hay una gran maqueta de ciudades mayas, con reproducciones a escala de edificios y templos de Xpuhil, Sayil, Yaxchilán, Tikal y Copán. De igual modo es posible apreciar el juego de pelota, elemento importante en la vida ritual relacionado con el movimiento de los cuerpos celestes.

Los hombres del maíz. En esta estación el visitante puede conocer aspectos de la vida cotidiana del maya antiguo, y objetos característicos del mismo, plasmados en un gran mural. Sus principales actividades económicas y su organización social están presentes en este mural.

La cosmovisión. En este espacio predomina la gran ceiba sagrada. En la cultura maya, el universo era interpretado como una estructura en tres niveles: el inframundo, el nivel del mundo humano y la esfera celeste. La gran ceiba sagrada era el eje que mantenía comunicados a los tres niveles, las raíces se introducían en el inframundo, el tronco en el mundo terrenal y la copa de la ceiba llegaba al mundo superior. El espacio destinado a recrear el inframundo, tránsito obligado de los muertos hacia su nueva vida, se representa con una gruta húmeda y en penumbra; asimismo, se puede apreciar una reproducción de la tumba de Copán que muestra las costumbres funerarias.

La sabiduría de los antiguos. A través de variados e interesantes equipos electrónicos y mecánicos se exhiben los conocimientos astrológicos, calendáricos, matemáticos y de escritura que hicieron de la cultura maya una de las más importantes del mundo prehispánico. En esta estación se encuentra una rueda del tiempo, aparato mecánico que al girar indica las fechas del calendario gregoriano paralelo a los dos calendarios mayas, el solar y el ritual. Asimismo, el visitante puede realizar operaciones matemáticas en el sistema vigesimal maya, con un gran ábaco operado a través de computadoras.

Los extranjeros. Con dioramas, textos, mapas y reproducciones, se explican los contactos culturales que los mayas sostuvieron con otros pueblos, entre ellos destacan los teotihuacanos durante el periodo Clásico Temprano, los maya-putunes y grupos de filiación toltecoide o itzáes y xiunes que invadieron la península en el siglo IX, y los conquistadores hispanos que arribaron a la península en el siglo XVI.

El ocaso del mundo. Con dibujos murales y cédulas explicativas se cierra el texto museográfico. Destaca el contacto con los españoles, profetizado por el Libro del Chilám Balám: “… Rojas son sus barbas. Son hijos del Sol. Son barbados. Del Oriente vienen; cuando llegan a esta tierra, son los señores de la tierra. Son hombres blancos… será el anochecer de los mayas… Arderá la tierra... ¡Serán esclavas las palabras, esclavos los árboles, esclavas las piedras, esclavos los hombres, cuando venga!…” Para despedir al visitante, 48 monitores dispuestos en un gran muro, ofrecen imágenes varias del arte de la cultura maya.

Este museo no sólo es uno de los espacios culturales más importantes para la población de Chetumal y poblados circunvecinos: se ha convertido en sitio obligado para los turistas nacionales y extranjeros, interesados en conocer y apreciar la cultura maya.