de

del

Tabacón B. Linus
Primera de forros de la revista [i]Tierra, el magazine del sureste[/i], 1923. Original en la Biblioteca Yucatanense
La Jornada Maya

25 de enero, 2016

Imaginemos dos cosas. Primero, imaginemos un país que acaba de realizar una transformación constitucional profunda que, entre otras cosas, modifica radicalmente el marco de la explotación petrolera. Segundo, imaginemos un partido político regional (sí, ¡un partido político!) que, para aprovechar el nuevo escenario jurídico, económico y –también- para perseguir una agenda ideológica singular, decide constituir su propia empresa petrolera. Ahí el tema resultaría de interés público.

Al constituir su empresa petrolera, el partido político no pondría la empresa a nombre de la organización, que sería lo lógico. No. La empresa sería una Sociedad Anónima (una S.A.) y el accionista principal sería el líder del partido político en lo personal. Otros accionistas serían destacados políticos nacionales, el gobernador del estado vecino, diputados del propio partido y funcionarios, todos en lo personal y no lo institucional, reiteramos. Obvio, entre otros accionistas estarían el yerno del líder del partido político. Un yerno que además sería hombre de negocios en empresas de teatro y cine. Ahora sí la nota se pone un poco complicada y se presta a suspicacias.

Aunque no nos conste que haya algo malo, lo cierto es que no nos encanta que un partido político tenga su empresa petrolera, menos aún que no sea el partido quién tenga las acciones de una S.A, sino su dirigente en lo personal, como un manejo particular y privado para todo fin jurídico y contable. Si luego nos enteramos que el líder del partido gana la elección en su estado y se convierte en gobernador, esperaríamos que hubiese un cambio en la constitución de la empresa o que alguien más tomase su lugar como accionista principal y presidente de la misma.

Sin embargo, no ocurre así, de hecho las instancias del gobierno estatal, la Tesorería del estado y algunas áreas de fomento, le empiezan a dar a créditos a la empresa en condiciones muy favorables. Los préstamos se dan bajo el supuesto que la empresa logrará colocar sus acciones en México y principalmente en el extranjero (Nueva York), se capitalizará y podrá recuperar su característica de empresa privada. Entonces las cosas se ponen más sabrosas para el escrutinio público y el juicio histórico.

Se pone más complicado. La empresa petrolera del partido, que todavía mantiene cierto pudor ideológico en sus fines, empieza a solicitar apoyos especiales al gobierno federal, específicamente a la Secretaría de Hacienda, recordando a destacados políticos que ocupan puestos claves, que ellos también son accionistas. Y lo son en lo particular. Más tarde, encontramos que el gobernador del estado solicita a las comunidades que le permitan a los geólogos de la compañía petrolera de la que el es socio principal, hacer sus trabajos. Pide apoyos como medios de transporte, guías y hasta orientación para que puedan comprar terrenos a precios que no sean exagerados. Claro, eso hay que reconocerlo, para guardar las formas no hace la petición como gobernador, sino como presidente del partido político. Imagínense lo que pasaría en el contexto actual. Ya sería tema de ríos de tinta y viral en redes sociales.

Ahora dejemos de imaginar. Todo lo anterior se trata de un hecho histórico, hablamos de la Compañía Peninsular Explotadora de Petróleo S.A, que tuvo como dirección formal la Calle 59, número 514, donde ahora está la SEFOE y cuyo presidente y accionista principal en lo individual fue -nadie más y nadie menos- que el propio Felipe Carrillo Puerto. Los datos neutrales y duros son de una muy interesante investigación documental e histórica de Jorge Mantilla.*

Nada nuevo bajo el Sol en el petróleo como factor de poder en la península, nada nuevo en el interés de los políticos y partidos para controlarlo y usarlo para fines ideológicos o privados. El juicio moral y ético es de cada quien. Sin embargo la historia enseña que no hay que apresurarnos a canonizar dragones, o a vilificar a hombres, su tiempo y circunstancia.

* “Un Necesario Antecedente Histórico: La Compañía Peninsular Explotadora de Petróleo S.A. y la expansión del Partido Socialista en Yucatán, 1920-1923”, en [i]La Ruta del Petróleo: Impactos de una Eventual Explotación Petrolera en Yucatán[/i], Tomo I, Fundación Plan Estratégico de Mérida, A.C.

[email protected]


Lo más reciente

Con 258 votos a favor, diputados aprueban reforma a Ley de Amnistía

El pleno inició la discusión de 71 reservas, aunque 22 serán enviadas al Diario de los Debates

La Jornada

Con 258 votos a favor, diputados aprueban reforma a Ley de Amnistía

Acusan en Texas a más de 140 migrantes por intento de ingreso masivo a EU

No se reportaron heridos durante la supuesta entrada del 12 de abril en El Paso

Ap

Acusan en Texas a más de 140 migrantes por intento de ingreso masivo a EU

Vila a la campaña, primera llamada

Editorial

La Jornada Maya

Vila a la campaña, primera llamada

Los ''jueces del mundo'', sin calidad moral

La Resaca 2.0

Normando Medina Castro

Los ''jueces del mundo'', sin calidad moral