de

del

Eduardo Lliteras Sentíes
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

25 de enero, 2016

En Davos, quienes dominan la escena económica y política del globo afirman que estamos en la cumbre de la cuarta revolución industrial, impulsada por la nanotecnología, genética, inteligencia artificial, transporte autónomo, nuevas energías, Internet de las cosas, impresoras 3D, biotecnologías, etcétera. Temas completamente desconocidos en Yucatán.

El informe llamado [i]The future of Jobs (El Futuro de los Trabajos)[/i], presentado en Davos ante tal elenco, se interroga sobre el destino de millones de trabajos a partir de una reflexión interesante: el 65 por ciento de los niños en el mundo que ingresan a una escuela primaria, terminarán trabajando en empleos que todavía no existen, que no han sido creados, y ni siquiera, quizá, imaginados; añado por los secretarios de Educación y rectores de universidades. Pero ahora, con la famosa reforma educativa en nuestro país y en Yucatán, aseguran que nos estamos poniendo a la vanguardia, preparando para el futuro. ¿Será? Por lo pronto, en Yucatán para lo que sí nos estamos preparando es para guisar la cochinita enterrada más grande del planeta. Lo que es un paso, no cabe duda, para los anales futuros de lo intrascendente.

Mientras tanto, los tristes y graves avatares de nuestra moneda nacional frente al dólar tendrán –ya tienen- consecuencias. Más pobres en nuestro país, aunque el discurso oficial asegura que no pasa nada, que los indicadores macroeconómicos están mejor que nunca y que México y Yucatán son Mecas de la inversión extranjera, esa que viene a salvarnos de la miseria. El guión repetitivo a nivel federal y estatal es el mismo: viento en popa, ¡El Dorado está a la vista, mexicanos, yucatecos! Y el que no lo vea, es poco menos que traidor a la Patria.

Menos pobres, mejores salarios, más trabajo, armonía social, obras que cambiarán el curso de la historia. Tenemos quince días con el mismo discurso por todos lados, pero la realidad es otra. En una época, recordaba Porfirio Muñoz Ledo entrevistado por [i]La Jornada[/i], la masa salarial llegó a representar 33 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y la diferencia del salario mínimo mexicano con el de Estados Unidos era de cinco a uno.

Pero ahora, tras tres décadas de neoliberalismo salvaje, la remuneración de los trabajadores mexicanos representa apenas el 18 por ciento del PIB. Los salarios se han deteriorado 65 por ciento y el salario mínimo ha perdido más del 80 por ciento de su capacidad adquisitiva. Mientras tanto, la comparación entre el salario en México y en los Estados Unidos, es de aproximadamente de 20 a uno. Bravo. Y la brecha no para de crecer.

México, se olvida con frecuencia, es uno de los países del mundo con los salarios más bajos. Y Yucatán, es uno de los estados con los salarios más bajos de México. Esa ha sido la apuesta competitiva de los gobiernos. Así como a la explotación sin límite de sus recursos naturales, de cuyo ejemplo es la bárbara y criminal destrucción de 58 hectáreas de manglares en Malecón Tajamar en Cancún; botón de muestra de la forma en que se impone la voluntad depredadora, con policías antimotines y bulldozers, al estilo de las dictaduras bananeras.

Eso sí, el titular de la SEFOE aseguró que el salario promedio de los trabajadores yucatecos afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) incrementó en 18.5 por ciento, es decir la percepción diaria pasó de 228 pesos a 271.

Sin embargo, según el Inegi, que tiene datos más confiables, el sueldo promedio diario en Yucatán es de 215 pesos al día y lo perciben 106 mil 205 personas en el estado.

Además, existe una parte de la población que ni siquiera gana el mínimo. Esa se ubica en las ciudades pero sobre todo en el campo. Que se dé una vuelta el titular de la SEFOE por el agro yucateco, para que se entere de la realidad. Que pregunte a las dependientes de tiendas de las plazas en Mérida. A muchas empleadas y empleados. No ganan eso; generalmente se les paga mucho menos.

Además, hay mucha gente subempleada en Yucatán; es decir, que labora escasas horas rero en las alegres estadísticas oficialistas aparecen con trabajo.

Por cierto, hay otras estadísticas más confiables, como las que dio a conocer en días pasados OXFAM (confederación internacional formada por 17 organizaciones no gubernamentales nacionales que realizan labores humanitarias en 90 países), que revelan que la desigualdad extrema en el mundo ha llegado a niveles nunca vistos e insoportables, como ocurre en México y no se diga de Yucatán. En el presente, el 1por ciento más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99 por ciento restante de las personas del planeta. La acumulación de riqueza y poder no ha cesado de crecer, al grado de que en 2015, sólo 62 personas poseían la misma riqueza que 3 mil 600 millones; es decir, la mitad más pobre de la humanidad. No hace mucho, en 2010, eran 388 personas, señala OXFAM. Esa es la realidad, no los maquillajes presentados en Yucatán a manera de informe.


[b]@infolliteras[/b]
[b]Facebook: Infolliteras[/b]
[b]www.infolliteras.com[/b]
[b][email protected][/b]


Lo más reciente

EU: Estado de la hipocresía

Editorial

La Jornada

EU: Estado de la hipocresía

Una serie de fuertes terremotos provoca el derrumbe parcial de dos edificios en Taiwán

El mayor de los temblores registró una de magnitud 6.3

Efe

Una serie de fuertes terremotos provoca el derrumbe parcial de dos edificios en Taiwán

Europa se calienta a una velocidad casi dos veces más rápida que el promedio global: estudio

Autoridades buscan acelerar la transición a energías limpias para mitigar el cambio climático

Ap

Europa se calienta a una velocidad casi dos veces más rápida que el promedio global: estudio

Posiciones, líderes y detalles de la Liga Mexicana de Beisbol

Los Leones jugarán en Kanasín a las 19:35 horas entre semana

La Jornada Maya

Posiciones, líderes y detalles de la Liga Mexicana de Beisbol