Eduardo Lliteras Sentíes
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Jueves 12 de julio, 2018
¿Doble rasero empresarial? El Consejo Coordinador Empresarial hace bien en exigir que “sólo los mejores” ocupen cargos en el futuro gobierno estatal de Yucatán. No cabe duda.
Lástima que los empresarios no fueron tan exigentes –aún están a tiempo– con la actual administración estatal y sus funcionarios, a los que dejaron hacer y deshacer sin mayores cuestionamientos.
Ni uno sólo de los secretarios del actual gabinete saliente dejó su cargo tras conocidas pifias, garrafales errores o abusos conocidos, como viajes alrededor del mundo sin ninguna auténtica justificación. Por citar alguno, pero allí está la abandonada cámara hiperbárica –hablamos de cientos de millones de pesos tirados a la basura– o la adquisición del equipo de espionaje Galileo.
Digo, todavía tienen tiempo los líderes de los sindicatos empresariales para exigir cuentas a quienes se van, a quienes dejan el gobierno estatal, sin rendir mayores cuentas.
Son numerosos los temas en los que podrían ponerse exigentes, en los que debieron alzar la voz, pero no lo hicieron, y guardaron silencio durante seis años.
Hubo inclusive empresarios que salieron con sus vídeos promocionales a favor de un candidato y de un partido, hablando de sus empleados como socios en la cargada partidista que al final resultó fallida.
Entre los que cargaron a favor del candidato oficialista, hay quienes han resultado sospechosamente beneficiarios, por ejemplo, de tierras cotizadas en miles de dólares frente al exclusivo Caribe Mexicano.
Allí está de ejemplo la venta de un terreno de 262.5 hectáreas a precio de regalo frente al Caribe quintanarroense al empresario yucateco José Antonio Chapur Zahoul, operación concluida al vapor en un día, con el apoyo directo de los mismos funcionarios federales, como reveló el diario capitalino [i]Reforma[/i].
La venta realizada en 2016 por la Sedatu para beneficiar al empresario hotelero con un predio de lujo ubicado frente al mar sobre la carretera Cancún-Tulum –donde pretende erigir un nuevo hotel así como un desarrollo comercial e inmobiliario– podría explicar el apoyo incondicional a un partido y sus candidatos, a su maquinaria electoral. Evidentemente. [i]Quid pro quo o do ut des[/i].
Como se sabe, Chapur Zahoul se declaró a favor de la candidatura de José Antonio Meade durante la reciente campaña, de forma pública, a través de un vídeo donde invitó a sus trabajadores a votar por el partido de Enrique Peña Nieto.
El predio de 262.5 hectáreas ubicado frente al Caribe, sobre la carretera Cancún-Tulum, en Quintana Roo y cuyo valor real se estima en mil 240 millones de pesos, fue vendido por la Sedatu a un precio 20 veces más bajo por órdenes del director de Propiedad Rural de la Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano), Luis Bastarrachea Sosa, a una persona de nombre Vicente Francisco Cetina Novelo, quien apenas lo adquirió lo revendió en unas horas a una inmobiliaria que se lo vendió a su vez a José Antonio Chapur Zahoul el mismo día.
En dicha zona el metro cuadrado se cotiza entre mil y mil 300 dólares, por lo menos. Cetina Novelo pagó apenas 23 pesos por cada metro cuadrado del terreno con playa frente al Caribe. Así, hasta el más tonto se hace millonario.
Esta venta podría ser echada para atrás por el nuevo gobierno federal, según circulan versiones.
Bien dice el dicho que el buen juez por su casa inicia. Por ahí podrían iniciar los sindicatos empresariales. Precisamente.
[b]@infolliteras[/b]
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