Paul Antoine Matos
Foto: Afp
La Jornada Maya
Miércoles 20 de junio, 2018
Desde la Guerra Fría, la antigua Unión Soviética se posiciona como el enemigo del mundo Occidental con sus ideas comunistas. Tras la caída del Telón de Acero, Rusia emergió en los guiones de cine como el país que financia al terrorismo y quiere infiltrarse en Estados Unidos.
Para ser candidato a némesis de James Bond, el ruso de Hollywood tiene que pasar antes por formar parte de la mafia o ser antiguo miembro de la KGB, hasta el propio presidente ruso, Vladimir Putin, cumple con el perfil de ser ex espía.
En México, la visión estadunidense sobre Rusia ha sido adoptada por los políticos mexicanos durante estas campañas políticas, cuando el PRI acusó al país euroasiático de influir en la elección para apoyar a Andrés Manuel López Obrador, tal como sucedió en 2016 cuando Donald Trump fue elegido presidente de la nación vecina.
Rusia es más que el malo de la película. Durante la última edición de la FILEY, fue el país invitado, lo que permitió conocer a la gente que provenía de un país que marcó al mundo durante el siglo XX, como el polo opuesto de Occidente.
Su gente es amable, tienen un gran amor por su tierra, saben que la mitad del mundo los considera como el "enemigo" detrás de las conspiraciones, por lo que quieren que sepan que son más que los "malditos comunistas" que venden las películas de Estados Unidos. Eso sí, respetan a Putin como su presidente y sienten orgullo por su historia soviética, y desprecio a los zares, también presumen a sus escritores y su ballet.
El sentido de patriotismo está presente en los rusos desde antes de la Segunda Guerra Mundial o la Revolución de Octubre. Sin embargo, para la generación actual, la lucha contra el fascismo marca sus celebraciones. Cada año recuerdan la Gran Guerra Patriótica, en la que abuelos y bisabuelos defendieron su territorio de la invasión de la Alemania Nazi.
Con flores y los retratos de sus antepasados, los rusos llenan las calles para conmemorar la lucha de la Unión Soviética contra el nazismo y la defensa del territorio. Todas las familias rusas perdieron a alguien durante la Gran Guerra Patriótica, pero los mantienen vivos en su recuerdo.
En el futbol, Rusia llegó a su mundial con pocas expectativas. Parecía que no serían capaces de pasar de grupo, pero con la victoria de ayer frente a Egipto, los anfitriones prácticamente aseguraron su boleto a octavos de final, solo en espera de que Uruguay gane o empate con Arabia Saudita, la selección más débil del torneo.
Es posible que el fervor patriótico de los rusos haya surgido durante su mundial, más que un buen futbol, técnica u orden, que no fueron capaces de demostrar en los últimos años.
Fracasar en casa sería mancillar el honor de los antepasados. Los jugadores rusos posiblemente se dieron cuenta que perder en la primera ronda en su país sería avergonzar a su gente e irritar al patriotismo. [i]La Madre Patria[/i] no puede permitirlo.
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