Eduardo de Luna y Carlos Águila Arreola
Foto: Tomada de la web
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Lunes 16 de abril, 2018

El tráfico de armas de fuego y la facilidad con que llegan a las calles de nuestro país ya está teniendo impacto directo sobre Solidaridad, destino que durante 2017 fue testigo de más de 60 ejecuciones y en lo que va del 2018 ya ha superado la decena de este tipo de eventos.

Pese a los esfuerzos de la Seguridad Pública (SSP) para impedir la circulación de armas, es una labor difícil dado que no existe un trabajo de inteligencia de las autoridades federales correspondientes para detectar y frenar el flujo de armamento que existe hoy día en Quintana Roo, y dada la naturaleza de las corporaciones policiales que se dedican básicamente a la prevención, ha sido imposible frenar este incremento.

Para Joaquín Morales, director de la SSP en Solidaridad, el asunto es complejo; pese a realizar detenciones constantes en los filtros preventivos de gente armada, continúa el fenómeno debido a la facilidad con que jóvenes principalmente obtienen las armas en la calle.

“Cualquiera puede portar un arma. Si preguntas cómo la obtuvieron, te contestan, ‘ah, me la vendieron’”, agregó. “Nunca te van a decir quién, cuando son detenidos siempre te argumentan que consiguen esas armas por segundas o terceras personas y te manejan varios precios, varios costos”.

El director de la SSP aclaró que trabajan en las inspecciones, “en operativos por la ciudad donde se ha detectado gente armada”.

Investigaciones realizadas por [i]La Jornada Maya[/i] detectaron que el precio de un arma de fuego en el mercado negro empieza desde 800 pesos (aunque algunas fuentes aseguraron conocer ofertas de menor costo) y es relativamente fácil conseguirla, incluso se ofertan en redes sociales.

La tasa de homicidios en Quintana Roo según la organización Semáforo delictivo registró un aumento hasta febrero del 2018 de 143 por ciento respecto a 2017, al ubicar 33 incidentes en ese inicio de año, llevando la vanguardia el municipio de Benito Juárez con el 74 por ciento.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Legisladores de Quintana Roo A.C., Lenin Amaro Betancourt, señaló que “el crecimiento en el flujo de armas que principalmente vienen de Estados Unidos y las cuales se menciona entran también por nuestra frontera sur, ha dado como resultado un aumento de la violencia en nuestro país.

“Quintana Roo no es la excepción al tenerlas tan a la mano y a bajos precios; no sólo las usan los delincuentes, sino escuchamos para resolver asuntos personales, incluyendo los pasionales y feminicidios lo cual es grave. Es importante una mayor efectividad por nuestras fuerzas del orden para sacarlas de nuestras calles y (...) que vaya más allá del discurso sellar nuestras fronteras del norte y del sur”.

La migración a Quintana Roo es un factor que ha incidido en la distribución, compra y uso de armas de fuego en los destinos turísticos de Cancún y Playa del Carmen, pues al no lograr “acomodarse” y no contar con recursos para regresar a sus lugares de origen, son reclutados por grupos delictivos.

En 2010, según datos del Inegi, Quintana Roo recibió 143 mil 899 personas de las cuales de cada 100, 16 eran provenientes de Yucatán, 15 de Chiapas, 14 de Tabasco, 13 de la Ciudad de México y 12 de Veracruz, promedio que se mantiene con poca variación al día de hoy.

Respecto a la frontera con Belice, la federación recibió hasta 2017 del Departamento de Estado de Estados Unidos 24 millones de dólares para detener el flujo migratorio con rumbo al país del norte los cuales fueron destinados a equipo y capacitación de personal del Instituto Nacional de Migración (INM).

Esta cooperación y recursos son proporcionados en el marco del Programa Integral Frontera Sur del cual según los boletines emitidos por el INM en el transcurso de este año no se ha realizado ninguna detección de armamento en la frontera sur por parte de la instancia federal.

La descomposición social que existe en Solidaridad se pone en evidencia por los actos con armas de fuego que son documentados diariamente por la prensa, en forma de robo a mano armada, ejecuciones y disputas familiares.

Para María Elena Mata, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya, la ausencia de valores genera esta situación en el mundo y particularmente en la ciudad, por lo cual considera necesario que se trabaje para rehacer este camino.

“En la actualidad, es sencillo obtener un arma para darle el uso que se prefiera. Es inconcebible la facilidad con que los jóvenes logran conseguir una y sin ningún empacho tratan de dar solución a sus conflictos, bien sea con familiares, amigos o extraños.

“Urge que la sociedad y gobierno tomen cartas en el asunto, imprescindible llevar a cabo campañas de concientización que inviten e inciten volver a la moral de principios y respeto a uno mismo, de donde vendrá el respeto hacia nuestros semejantes.

“Claro está que esto debe hacerse en conjunto sociedad, empresarios, gobierno y colegios, responsables obligados somos todos”, señaló la dirigente empresarial.

[b]Venta de armas en tianguis, imparable[/b]

La venta de armas en los tianguis es real y es imparable pese a que hay personal de seguridad en cualquiera de los 48 grandes tianguis de Cancún, reconoció Melitón Ortega García, dirigente de la Unión de Tianguis y Comerciantes Ambulantes de Quintana Roo, quien refirió que en los últimos cinco años la presencia de los también llamados “mercados sobre ruedas” ha crecido un 40 por ciento.

El regidor, señaló que los mercados que lidera se convierten en “un escape” para conseguir dinero rápido con la venta de artículos, en lugar de perderlos en casas de empeño.

“Tenemos entre dos o cuatro elementos de seguridad por mercado; imagínate qué puede se hacer en uno, como por ejemplo el de la 100 o la 94, a los que acuden más de 10 mil personas en unas cuantas horas. Es prácticamente imposible detectar ese delito, primero, y después evitarlo, pero sí sabemos que sucede.

“Nosotros no podemos combatir el delito ni lo haríamos por falta de personal y porque no vamos a exponer la vida de nuestros trabajadores”, agregó.

Por otra parte, explicó que los tianguis se han vuelto necesarios, pese a que antes los criticaban, pero ahora muchas personas los utilizan para conseguir algo de dinero.

“Mucha gente vive directa o indirectamente de los tianguis. Por ejemplo, llega gente que ya no les alcanzó y los ves rematando ciertas cosas; gente que se va incrustando, ya el tianguis se volvió una costumbre o forma de adquirir dinero inmediatamente en lugar de empeñar”, comentó.

Ortega García afirmó que en los tianguis la ropa, calzado y comida son los negocios que más predominan, y que actualmente un promedio de 300 personas se incorporan cada semana a las ventas y donde la mayoría son profesionistas que se quedaron sin empleo.


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