Héctor Cobá
Foto tomada de Facebook
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Domingo 3 de diciembre, 2017

El escritor cancunense Mauro Barea, autor de la novela [i]El colapso del tiempo[/i], aceptó se retome el texto [i]Caracol Azul y los ladrones de tumbas[/i], publicado el 21 de marzo de este año, donde desnuda al editor de la revista [i]Caracol Azul,[/i] Enrique Alejandro Ojeda Pech, y relata cómo éste embaucó a jóvenes creadores de Cancún.

El texto de Barea señala lo siguiente:

“Cuando vi en el Facebook la convocatoria a los jóvenes escritores yucatecos por parte de la revista Caracol Azul este marzo de 2017, quedé atónito...”. “Para mi asombro, Alejandro Ojeda Pech reaparecía como un ladrón de tumbas, y había irrumpido en el cementerio de los proyectos fallidos a mitad de la noche”.

Añade: “La perplejidad se transformó en enojo palpitante al ver que este señor iba en serio con un nuevo Caracol Azul, una revista que en Cancún fue creada a inicios de 2014 con el loable objetivo de reclutar talentos literarios y artísticos de nivel preparatoria y universitario para condensarlos en una revista mensual. La revista tendría portadas a cargo de pintores o ilustradores locales (algunos importantes) y los jóvenes dispondrían de un medio de expresión sin pretensiones, y con la ilusión de ver publicados sus trabajos, con distribución en centros educativos”.

“Me embarqué de lleno en el proyecto, y el siguiente paso fue presentar a un par de jóvenes con sus publicaciones a cargo de la Editorial Caracol Azul. Quedamos en que Ojeda Pech se encargaría de la parte financiera y conseguir patrocinios, ya que él desde el principio se había autodenominado empresario y mercadólogo exitoso, y yo me abocaría al diseño editorial de la revista, cuyo número 2 estaba por salir y lo hice a marchas forzadas aunque con mucho ánimo, pues ya estaba concertada la aparición de escritores y artistas”, comenta.

Señala el también escritor de cuentos “Poco después se hizo una presentación de lujo en un conocido hotel de la zona hotelera de Cancún y los muchachos estaban muy contentos e ilusionados con la revista, tenían un medio para expresarse, la gente los escuchaba y todo parecía ir viento en popa”.

Asimismo, en el texto de Barea éste indica que “Ojeda…propuso un sistema de tandas a los jóvenes para que pudieran pagarse sus ediciones (había otros libros en puerta y me encargaría de su edición) y si mal no recuerdo, les pedía 50 pesos quincenales como fondo para sus publicaciones. Hacíamos reuniones en el parque del DIF y en la misma biblioteca y Ojeda llegó a hacer algunas recolecciones de dinero, sí, ese mismo gran empresario exitoso hacía tandas con jóvenes emocionados por publicar sus letras. Aclaro que nunca toqué ese dinero…”.

“… un buen día, Alejandro Ojeda Pech desapareció de la faz de la tierra. A la par, dio de baja su perfil personal y la página de Facebook de Caracol Azul y mis llamadas y mensajes jamás fueron respondidos. Pasó una semana y algunos acreedores aparecieron y me quisieron amenazar, ya que fungía como director editorial. …Artistas de las portadas llamaron muy enojados porque le habían regalado sus pinturas originales y las querían de vuelta, viendo la poca fiabilidad de Alejandro. Tras cientos de intentos, a duras penas pude contactarme con su esposa, que sabía tanto como yo de él”.

“A las dos semanas, al fin pude comunicarme con Alejandro. Me dijo que tenía problemas con sus negocios de millones de pesos y tenía varado un embarque de una patente… que…estaba perdiendo mucho dinero, en fin, cuentos chinos. Les comuniqué a los chavos de Caracol lo que sucedía, y su desasosiego fue evidente. Me comprometí a continuar con la revista hasta donde mis medios lo permitieran, al menos en formato digital, puesto que yo había hecho compromisos para la portada 3 con una pintora y varios ilustradores.

“No recuerdo si pasaron dos o tres semanas, pero Alejandro apareció. Lo cité casi a la fuerza en la biblioteca pública para saber qué iba a pasar con su proyecto, porque recordemos, él lo había creado, él había juntado a esos muchachos y realmente lo seguían a él, yo era prácticamente nuevo y hacía malabares para que no decayera el ánimo. Se sacó de la manga las mismas historias de Wall Street y al fin aceptó derrotado que la revista no podría continuar. «Entonces, Alejandro», le dije, «habla con los muchachos, despídete, que están tristes y preocupados, tú les vendiste la ilusión de publicar, y hoy de la nada te sales. Al menos ten ese gesto para con ellos». Quedó en que sí lo haría tal fecha, y cité en la biblioteca pública a todo el grupo de escritores e ilustradores, que para ese entonces casi llegaban a la veintena. Alejandro Ojeda Pech no apareció, y ya no me sorprendió. Bueno, sí me sorprendió la mucha cara que tenía para dejar tirados a los jóvenes y al proyecto tan bueno que se vislumbraba.

“Las exequias de Caracol Azul se dieron con la publicación del número 3, digital e íntegramente hecho por un servidor, y como ceremonia fúnebre quedó bien, aunque fui yo quien tuvo que dar la última paletada de tierra. Me despedí de los chavos como Caracol Azul, pero como Mauro Barea tenían mi apoyo para lo que necesitaran en la literatura”.


Lo más reciente

Banco Azteca opera con honestidad, dice tras acusaciones a congresista de Estados Unidos

Presuntamente, un congresista y su esposa recibieron sobornos de la institución financiera

La Jornada

Banco Azteca opera con honestidad, dice tras acusaciones a congresista de Estados Unidos

Rusia incluye al presidente ucraniano Zelensky en su lista de personas buscadas

Junto al mandatario ucraniano está su predecesor, Petro Poroshenko

Ap

Rusia incluye al presidente ucraniano Zelensky en su lista de personas buscadas

Diego Castañón presenta sus propuestas a la clase trabajadora

Sostuvo reuniones con integrantes del sector turístico, gastronómico e inmobiliario, entre otros

La Jornada Maya

Diego Castañón presenta sus propuestas a la clase trabajadora

Más unidades deportivas y parques para jóvenes y niños de Tulum, ofrece Jorge Portilla

El candidato a la alcaldía promete atender espacios públicos en colonias y comunidades

La Jornada Maya

Más unidades deportivas y parques para jóvenes y niños de Tulum, ofrece Jorge Portilla