Joana Maldonado
La Jornada Maya
Chetumal, Quintana Roo
Jueves 16 de abril, 2020
El confinamiento ha sido de por sí complicado para los más pequeños de la casa, pero aún lo es más para los menores con autismo y sus familias. En Playa del Carmen, el Centro Especializado de Autismo Kodomo emitió un comunicado para llamar al entendimiento y amabilidad en conjuntos habitacionales, privadas y desarrollos por las necesidades de este grupo.
“Como humanidad, estamos tratando de superar la contingencia por el COVID-19. Tal vez en tu calle tengas de vecinito a alguno o varios niños con autismo, te pido de favor que entiendas lo difícil que es para ellos llevar la ansiedad por el confinamiento: si a nosotros nos genera estrés, para ellos es más duro afrontar una situación que no comprenden por completo”, cita este comunicado de Kodomo.
En el escrito, piden amabilidad, pues la conducta de estos niños puede interpretarse como berrinche, pero en realidad es la manera en cómo enfrentan la situación. “No los juzgues, por salud mental algunos tienen que hacer caminatas cortas, siempre en compañía de mamá o papá con las medidas de higiene necesarias (…) te lo pido por toda una comunidad que hoy te necesita”.
Marysol Montes de Oca, encargada del Centro de Autismo del CRIQ en Chetumal, precisó que el autismo tiene ciertas características estereotipadas, por ejemplo, cuando los niños se emocionan por algún motivo o a partir de estímulos agradables o desagradables, algo que ven, y que estas conductas pueden ser aleteos, gritos o brincar.
“A veces tardan en relajarse, a muchos les cuesta un poco de trabajo; no es como tal un proceso ansioso, es común que lo veamos de esa manera porque no comprendemos lo que tienen, si no lo conocemos. Muchas personas en la calle los ven como una ansiedad”, explica.
La neurosicóloga señaló que están acostumbrados a las rutinas y que ésta se modifique repentinamente causa daños en su comportamiento, como una mayor irritación o más conductas estereotipadas. Por ello, sugirió dar pautas físicas para mantener las rutinas, es decir, sostener horarios para despertarse, desayunar y aquellos que van a la escuela incluso, ponerse sus uniformes; con los más pequeños, mantener rutinas y permitir actividades más flexibles.
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