Quintana Roo > Ecología
Miguel Améndola
30/01/2025 | Tulum, Quintana Roo
En Quintana Roo la degradación de los humedales está siendo muy acelerada y su contaminación es muy preocupante, lo que le ha generado una pérdida de más de 80 mil hectáreas en las últimas tres décadas, declaró la bióloga Gisela Maldonado Saldaña, consultora de la empresa de asesoría ambiental Kanantik, en el marco del Día Mundial de los Humedales, que se conmemora el 2 de febrero.
Expuso que en Quintana Roo hay una superficie de 861 mil 803.59 hectáreas de humedales, y de acuerdo con las investigaciones, la mayoría tienen residuos sólidos, azolvamiento, residuos tóxicos, tala, extracción de especies y depredaciones.
Informó que los humedales no sólo están en la costa sino que forman parte de las lagunas costeras y las interiores de agua dulce, así como los cenotes; gran parte de ellos quedaron sepultados o rellenados en las ciudades de Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
Los humedales también son los pastos marinos cercanos a la costa que son removidos por “incomodar” a los huéspedes de los hoteles de la Riviera Maya.
En general, dijo la experta, los humedales de México se encuentran degradados, una cifra cercana al 70 por ciento presenta alteraciones de distintos tipos a pesar de que están dentro de uno de los países que más humedales tiene.
Este 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, y con motivo de ello hay diversas actividades que tanto asociaciones civiles como gobiernos realizarán, que incluyen la limpieza de manglares y zonas costeras, así como restauración de algunos humedales en el sur del estado, específicamente en Xcalak. Además, algunas de las áreas naturales protegidas que son sitios Ramsar harán conmemoraciones.
Respecto a una recomendación para el cuidado de los humedales, Maldonado Saldaña pidió a las autoridades y ciudadanía conservar y proteger estos frágiles ecosistemas, ya que persisten las causas que lo hacen vulnerable y eso es una responsabilidad compartida.
Indicó que la legislación mexicana protege ahora a estos ecosistemas, no obstante, “con un aparato burocrático inoperante es poco lo que se puede hacer para evitar que sean dañados por cambios de uso de suelo rampantes. Como ciudadanía nos corresponde apoyar los esfuerzos de restauración, así como la denuncia de los delitos ambientales que se cometen a diario”.
Lee también:
Edición: Estefanía Cardeña