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La Jornada Maya
09/08/2025 | Chetumal, Quintana Roo
Autoridades federales y estatales instalaron la mesa de combate a la tala ilegal y la deforestación para el estado de Quintana Roo, un esfuerzo coordinado para frenar los acelerados procesos de cambios ilegales de uso de suelo que se están presentando en las selvas de la entidad.
En el evento, convocado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en conjunto con la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente del estado, participaron autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana estatal, Fiscalía Federal en el estado, Procuraduría de Protección al Ambiente estatal, Oficina de Representación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Quintana Roo, Dirección Regional de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas, Comisión Nacional Forestal y Guardia Nacional.
Durante la instalación de la mesa, Mariana Boy Tamborrell, titular de la Profepa, hizo un llamado a trabajar de manera coordinada para detener los cambio de uso de suelo sin autorización, que afectan al estado. Señaló que estos delitos son una de las principales causas de la pérdida de selvas, bosques y de los beneficios que estos ecosistemas brindan, como el agua, la biodiversidad y la regulación del clima.
La procuradora explicó que en operativos recientes, la Profepa ha detectado predios desmontados de hasta mil hectáreas, donde la vegetación es retirada, quemada y reemplazada por monocultivos intensivos, con alto uso de productos químicos y que todo esto se hace sin permiso de cambio de uso de suelo, lo que lo convierte en un acto completamente ilegal y con importantes repercusiones ambientales.
Asimismo, el secretario de Ecología y Medio Ambiente del estado, Óscar Rébora, destacó que la instalación de esta mesa representa un paso clave para cerrar el paso a quienes atentan contra las selvas y la biodiversidad de Quintana Roo. Señaló que la Sema pone a disposición sus capacidades técnicas, de monitoreo y verificación para identificar, documentar y denunciar cualquier actividad ilegal, particularmente en las zonas delimitadas como de alto riesgo de deforestación por las actividades agropecuarias y ganaderas de la comunidad menonita, cuya huella de impacto, llamada, “huella menonita” ha sido detectada en diversos puntos del estado.
Subrayó que este esfuerzo busca no solo detener el daño, sino también fortalecer la restauración de las áreas afectadas y garantizar que los recursos naturales de Quintana Roo se mantengan como patrimonio de las futuras generaciones.
En la península de Yucatán la tala ilegal y el cambio de uso de suelo están ocurriendo a una velocidad preocupante. Si bien en esta región no está involucrada la delincuencia organizada, el avance en la destrucción de los recursos es muy acelerado, pues los presuntos responsables de estos procesos tienen la capacidad para desmontar grandes extensiones de selva en muy poco tiempo utilizando maquinaria pesada.
En Quintana Roo, la Profepa realizó recientemente cuatro operativos de inspección en los municipios de Bacalar y José María Morelos, donde detectó afectaciones en una superficie total de mil 463 hectáreas, resultando en tres predios clausurados y dos denuncias penales presentadas.
La mesa de combate a la tala ilegal y la deforestación se reunirá cada dos semanas, con el objetivo de mantener un diálogo constante, afinar estrategias y coordinar acciones y esfuerzos entre las diferentes autoridades.
“Ninguna institución puede sola. Necesitamos sumar esfuerzos: gobiernos estatales, autoridades ambientales, fiscalías, instituciones de seguridad y programas sociales”, dijo Boy Tamborrell.
Es importante agregar que para atender de forma integral el tema, se buscarán también acercamiento con otras dependencias, entre ellas la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, la Secretaría de Desarrollo Económico, el Instituto Geográfico y Catastral de Quintana Roo, entre otras, a fin de que se integren a la mesa de trabajo.
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Edición: Fernando Sierra