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Miguel Améndola
11/08/2025 | Tulum, Quintana Roo
Consciente del valor natural, turístico y cultural del cielo estrellado de Tulum, Miroslava Pineda Landa, observadora del firmamento y autodenominada "viajera del tiempo", se presentó ante la Dirección General de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable Municipal para proponer un reglamento enfocado en la conservación del cielo oscuro.
Pineda Landa explicó que la iniciativa busca mitigar la creciente contaminación lumínica que afecta la visibilidad de las estrellas en esta zona de la Riviera Maya.
“Llevo cinco años observando el cielo con telescopios aquí en Tulum y he notado un cambio: cada vez se ven menos estrellas. Esto se debe al uso de luces inadecuadas en el pueblo”, afirmó.
Comentó que el reglamento propuesto está basado en una normativa ya vigente en Baja California, con respaldo de la organización Dark Sky de México, y sugiere adaptarlo a las condiciones y normativas locales de Tulum.
Detalló que es un reglamento técnico que establece zonas de iluminación restringida, límites de luminancia, temperaturas de color para LEDs y horarios máximos de operación para proteger el cielo nocturno, la flora, la fauna y la observación astronómica, que es diferente al reglamento de Imagen y Paisaje Urbano de Tulum que se implementa desde el 2020.
Esta medida, explicó, no solo busca preservar la belleza del cielo nocturno, sino también honrar la profunda tradición astronómica de los pueblos originarios.
“Estamos en la Riviera Maya, tierra de los mayas, quienes eran excelentes astrónomos. Alineaban sus construcciones más importantes con el sol, Venus y otras constelaciones. Conservar el cielo también es conservar esa sabiduría ancestral”, destacó.
Foto: Miguel Améndola
Agregó que la iniciativa también pone en valor el rol del cielo como atractivo turístico. “Tulum no solo es playa y selva, también es cielo. A eso vienen los turistas. Conservar el cielo me parece sumamente importante”, subrayó.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades y a la ciudadanía para involucrarse activamente en la conservación del entorno natural y cultural. “Esto ya estaba aquí antes que nosotros. Ahora nos toca hacernos responsables y cuidarlo”, concluyó.
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Edición: Fernando Sierra