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Ana Ramírez
20/10/2025 | Cancún, Quintana Roo
Lo que comenzó como un pasatiempo se ha convertido para muchos jóvenes en una nueva forma de adicción, advirtió la directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) en Quintana Roo, Liliam Negrete Estrella, al referirse al preocupante incremento de casos relacionados con el uso excesivo de videojuegos y plataformas digitales.
La adicción a los videojuegos, especificó, presenta patrones similares a los de las adicciones a sustancias, ya que el estímulo constante de la pantalla activa zonas del cerebro asociadas con la recompensa inmediata.
“El simple hecho de que la pantallita se prenda es suficiente para estimular y crear cierta dependencia. Si además involucra juegos o apuestas, el riesgo se multiplica”, afirmó.
De acuerdo con los registros del CIJ, la población más afectada sigue siendo la de jóvenes entre 15 y 25 años, quienes también presentan mayor prevalencia en el consumo de sustancias como marihuana y estimulantes tipo cristal.
Sin embargo, la adicción a los videojuegos y al uso compulsivo del celular comienza a incorporarse entre los principales motivos de atención sicológica. La directora advirtió que el problema radica en la falta de conciencia sobre las consecuencias del uso prolongado de estos dispositivos.
“El cerebro humano alcanza su desarrollo completo hasta los 25 años. Si no le damos oportunidad a ese órgano de madurar, estamos limitando su capacidad de aprendizaje, atención y toma de decisiones”, acotó.
Sobre las medidas que se han propuesto por parte de los legisladores en México para combatir esta tendencia, como impuestos a videojuegos o regulaciones publicitarias, consideró que toda estrategia preventiva es positiva, pero insistió en que la clave está en la educación y la información.
“Cuando hay una adicción, no importa el costo, las personas buscarán cómo mantener su consumo. Lo que realmente puede marcar la diferencia es la prevención, antes de que la conducta se consolide”, subrayó.
El CIJ continúa implementando programas de orientación y talleres de prevención dirigidos a padres, docentes y adolescentes, con el objetivo de identificar a tiempo los signos de dependencia digital y promover alternativas saludables de convivencia y entretenimiento.
“Hoy más que nunca debemos hablar de estas nuevas adicciones. Ya no se trata solo de drogas o alcohol, sino de conductas que están moldeando el comportamiento y el bienestar emocional de toda una generación”, finalizó.
Edición: Emilio Gómez