Foto: Cortesía Amerimed
Debido a que en sus países de origen les piden para su reingreso una prueba COVID negativa de no más de 72 horas de antigüedad, los centros médicos de Quintana Roo han reportado un alza en la demanda de este tipo de estudios.
En Playa del Carmen se abrió recientemente un laboratorio de biología molecular especializado en pruebas PCR COVID, ubicado en el hospital Amerimed. Su director, el doctor Óscar Campos Ocampo, consideró que estas medidas son parte de la “nueva normalidad” con la que tendremos que vivir a raíz del coronavirus.
El laboratorio tiene protocolos muy estrictos, desde la extracción de la muestra (en nariz y garganta), mezcla de la muestra y termociclador, que es un equipo que ayuda en el último paso: determinar si el paciente es positivo o negativo, explicó Campos Ocampo. Actualmente están enfocados en las PCR COVID por la alta demanda, pero también harán pruebas de influenza.
“Este tipo de pruebas ha aumentado mucho pues para reingresar a sus países a los turistas les piden una prueba de COVID-19 negativa no mayor a 72 horas, entonces vienen con nosotros, donde la entrega del resultado es en 24 horas o menos, porque hemos tenido casos urgentes, y eso les permite hacer su viaje tranquilos”, mencionó el doctor.
Detalló que hay tres pruebas para detectar el COVID-19. La primera es la PCR, que capta el RNA (ácido ribonucleico) del virus y expone la presencia de éste en el cuerpo. La muestra se toma mediante un hisopo que se introduce en nariz y garganta. “A veces sólo hacen la prueba en la garganta y eso no es correcto porque la muestra no sale completamente fidedigna. En ese barrido de los tejidos extraemos el virus y se detectan las réplicas de su RNA”.
La segunda prueba es la rápida, que consiste en un piquete en un dedo, se toma una muestra de sangre y se mezcla con una sustancia que reacciona al test del COVID. “Esta nos indica si hay anticuerpos creados por el organismo ante el virus, eso es lo que vemos, si se crearon defensas contra el COVID o no”, mencionó Campos Ocampo.
La prueba rápida revela dos tipos de defensas del cuerpo: IGM e IGG. Las primeras indican que el cuerpo está batallando ante el SAR-Cov2 actualmente; las IGG significan que el paciente tuvo COVID. La interpretación de esta prueba, señaló el galeno, debe ser hecha por un especialista, quien además tiene que valorar al paciente.
El último tipo de prueba se hace con una toma de sangre de la vena y mide la cantidad de anticuerpos IGG que se generaron ante el COVID. “Es bien importante que la gente conozca esto, la inmunidad ante la enfermedad dura entre tres a cuatro meses, tras ese lapso se puede volver a reinfectar e inclusive ya hay muertes por reinfección de COVID, entonces no estamos inmunes completamente hacia esta enfermedad”, destacó.
Reiteró que hasta que no haya una vacuna e incluso con ella la humanidad tendrá que aprender a vivir con este virus, que se volverá endémico; “ya a nivel mundial se le apuesta más a una vacuna que a una cura”.
Edición: Elsa Torres
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