Joana Maldonado
Foto: Rivera Publicidad
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Viernes 15 de mayo, 2020

Joana Maldonado
Chetumal

Adaptarse a las necesidades que surgen a partir del COVID-19 es la nueva tendencia empresarial. Es el caso de Riviera Publicidad, empresa dedicada al ramo publicitario y que desde hace unas semanas se dedica a la producción de tapetes sanitizantes personalizados, producto que ha alcanzado gran aceptación en el sector hotelero, pues nadie se había enfocado a la limpieza del calzado que concentra gran cantidad de virus y bacterias.

César Carranza Díaz Leal, director general de la empresa, indicó que hasta antes de la pandemia su empresa se dedicaba a desarrollar productos para colocar marcas de diversos negocios, pero la falta de ingresos los obligó a que, con los mismos recursos, se ofreciera un producto que eventualmente se incorpore a la “nueva normalidad”.

El producto desarrollado es un tapete sanitizante personalizado que coadyuvará con las empresas, principalmente el sector turístico, a la protección de sus espacios.

“Fue muy complicado el proceso, pero no nos vencimos”, comentó el empresario, quien aseguró que tanto él como el personal continúan adaptándose al nuevo producto.

Indicó que todas las alternativas en el mercado se habían constituido alrededor de cubrebocas, sanitizantes para manos, pero no en el calzado, que puede concentrar más de 400 mil virus y bacterias.

La idea del tapete “nace a raíz de las necesidades globales (…) queríamos ofrecer un producto para todo el sector empresarial y que le diera realce a la marca”, relató.

De 1.20 metros de ancho por 80 centímetros de altura, el tapete cumple con tres funciones: sacude la tierra, sanitiza el calzado y en una tercera fase, seca los zapatos.

El empresario sostuvo que el producto ha sido muy bien aceptado en el mercado, principalmente en hoteles, restaurantes y constructoras e incluso hospitales.

La empresa produce los tapetes de manera programada, y han llegado a preparar hasta un centenar al día. “Lo hacemos de manera programada para no saturar la producción, por eso preparamos la estrategia de venta, la de comercialización para programar pedidos y cumplir con los envíos a todo el país”.

El tapete dura de tres hasta cinco años, por lo que es una inversión a largo plazo. El costo alcanza los 4 mil 480 pesos, aunque la empresa ofrece otras alternativas a precios menores.

Edición: Ana Ordaz


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